martes, 19 de agosto de 2008

Adolescencia y sexualidad

Introducción

En este trabajo desarrollaremos en forma general la etapa de la vida llamada adolescencia, con sus respectivas características. También hablaremos de los cambios físicos de la etapa llamada pubertad.
En este gran tema llamado adolescencia elegimos especialmente la sexualidad. Lo elegimos especialmente porque queremos demostrar como ha cambiado el punto de vista de la sociedad sobre este tema. Para ello tomamos un periodo basándonos en el libro de José Pedro Barrán denominado ¨ La historia de la sensibilidad del Uruguay ¨ que abarca desde 1860 a 1920. Con este libro comparamos la pubertad, la adolescencia y la sexualidad de hoy en día con lo que pensaba la sociedad de esos años.
En las primeras hojas expresamos las definiciones de pubertad y adolescencia con sus respectivas características. Para ello tomamos ejemplos de libros de escritores como Roy Berocay e Ignacio Martínez quienes escriben novelas para adolescentes.
Además de estos libros tomamos cada una de las frases de la canción llamada ¨Adolescencia¨ de la serie Chiquititas. Cada una de las frases nos demuestra las características de este período. Durante toda la canción se repite constantemente la frase ¨Adolescencia¨ para resaltar que cada una de las otras frases hace referencias a este periodo.
La primera frase ¨ es un bicho diferente ¨ comienza definiendo a ese adolescente. Podemos tomarlo desde dos puntos: como lo ve la sociedad y los padres, que no entienden la etapa por la que esta pasando este joven y el otro punto es como se ve el adolescente al compararse con otros individuos y con el mismo al recordar como era y como es ahora.
La siguiente frase es ¨ no te acerques porque muerde ¨ esto hace referencia a cambio de humor que pasa el adolescente de ser un niño dulce que estaba todo el día con el padre y como es ahora. Su cuerpo esta cambiando y el mundo lo juzga por lo que le esta pasando (pero el adolescente no es culpable, ese cambio es parte de la vida), por eso el joven se intenta defender, atacando a todo aquel que se le acerque y que lo critique. Pero a la vez ese adolescente aún no es un adulto, pero ya esta dejando de ser niño. Eso es a lo que se refiere la siguiente frase ¨ ese gran bebé gigante ¨, que internamente no ha dejado totalmente la niñez pero a la vez su cuerpo crece cada día y el no lo puede controlar.
La próxima frase expresa lo que todo adolescente desea que el mundo exterior le permita: ¨ no me frenes: disfrutame ¨. El adolescente no quiere límites, desea la libertad suficiente para conocer lo que le está pasando y disfrutarlo solo sin que le exijan ni le molesten.
En la siguiente estrofa las tres primeras frases: ¨ página en blanco/ te estamos escribiendo/ con los apuntes del crecimiento ¨, expresan como el adolescente comienza solo a formar su vida, como si se le hubiese olvidado toda su niñez y se hubiese despertado en otro cuerpo. Cada cosa que aprende queda grabada en su personalidad que está formando, esa que le va a servir para afrontar la adultez.
Luego nombra una característica esencial de ese adolescente ¨ bomba de tiempo/ explosiones sin aviso ¨, esto quiere decir que el joven está pasando por una etapa donde constantemente está cambiando de humor a cada segundo, donde ni él mismo sabe que le está pasando y que a causa de esos cambios tiene reacciones contra las personas que lo rodean. Su meta sería llegar a la adultez pero no sabe muy bien como ni que le va a pasar en el camino, tan sólo vive el presente, Como lo expresa la canción ¨ futuro incierto: esperanza en movimiento ¨. Esa esperanza que nombra la canción es el mismo adolescente que es el futuro de la sociedad en que vive.
La siguiente frase nombra a un ¨ alma ¨ que tiene sentimientos que quiere expresar, demostrar al mundo exterior, que desea buscar en sí mismo los secretos de su nuevo cuerpo y la actitudes que el mismo tiene que no conoce aún.
Los adolescentes como dice la canción son ¨ plantas que crecen ¨, les lleva un cierto tiempo, por eso es un período largo que tiene muchas etapas por pasar antes de llegar a la adultez. Para llegar a la meta deseada se le van a presentar distintos caminos que deberá elegir para llegar a donde desea. Pero todo esto le va a llevar un tiempo, no lo hará de un día para el otro.
Él es protagonista de la etapa adolescencia, aunque sus padres revivan muchas cosas que pasaron o no resolvieron. Pero ese joven comienza mirando a los demás que lo rodean para formar su personalidad.
Durante esa etapa son ¨ equilibristas en la soga de los sueños ¨, van transcurriendo por una piola que no es segura por sus cambios de humor y el mundo que les rodea pero si la logran cruzar van a lograr la adultez. Lo que si deben hacer obligatoriamente es cruzarla. Sea como sea, es una obligación a la que no pueden renunciar.
En esta canción vemos las principales características de los adolescentes que a continuación desarrollaremos.

ADOLESCENTE
Adolescente
es un bicho diferente
adolescente
no te acerques porque muerde
adolescente
ese gran bebé gigante.
No me frenes: disfrutame.
Página en blanco
que estamos escribiendo
con los apuntes del crecimiento
bomba del tiempo
explosiones sin aviso
Futuro incierto, esperanza en movimiento.
Alma que baila
llena de sentimientos
vamos al rescate de nuestros secretos
plantas que crecen
caminos diferentes
todo a su tiempo, somos adolescentes.
Protagonista
nos buscamos en espejos
de nuestra vida, somos los dueños.
Equilibristas en la soga de los sueños
con o sin redes, a cruzarla, no te quedes.



PUBERTAD

Definición: La pubertad son los cambios biológicos que marcan el inicio de la etapa denominada pubertad. El término pubertad deriva del latín “púber” que significa pelo. Se designa así porque en esta etapa comienza la aparición del bello corporal. La pubertad es el resultado de la secreción hormonal de la glándula hipófisis, que estimula el funcionamiento del ovario. Se inicia el proceso de maduración biológica que permitirá al individuo ejercer la función reproductora.
En la niña el inicio de la pubertad está marcado por la aparición de la menarca y en el varón por las primeras eyaculaciones (poluciones nocturnas).
El cambio corporal hace que el púber se sienta extraño consigo mismo. En general, el cuerpo del púber se caracteriza por tener los miembros un poco largos en relación con el tronco. Puede aparecer el acné, lo que hace que el púber no se sienta del todo a gusto con su nuevo aspecto. Estos son cambios pasajeros, luego las proporciones del cuerpo se ajustan y el acné desaparece.
CARACTERÍSTICAS:

a) Cambios físicos en los varones: En los genitales. Primera etapa: aumento de tamaño de los testículos, aparición de arrugas en el escroto, crecimiento progresivo del vello del pubis, crecimiento progresivo del pene, que incrementa tanto su longitud como su diámetro.
Segunda etapa: el vello del pubis adopta una forma romboidal característica, el vello axilar y facial se va transformando paulatinamente en barba y bigote. Crecimiento esquelético y muscular, que acabará dando al cuerpo el típico aspecto de la silueta masculina, y un cambio progresivo de la voz, que va haciéndose más grave. Los genitales internos van madurando. Los testículos comienzan a secretar hormonas y a elaborar espermatozoides. Los testículos inician su aumento en la pubertad y triplican o cuadriplican su tamaño, hasta alcanzar su máximo hacia los 17-18 años. La glándula hipófisis estimula la producción de la testosterona en el testículo. Esta fomenta la producción de los espermatozoides dentro del mismo. Esta hormona influirá en otras características genitales y extragenitales del hombre. Las glándulas sexuales o genitales anexas, las vesículas seminales, los conductos deferentes conforman el conjunto. Estos también se desarrollan en la pubertad, y mediante sus secreciones contribuyen la formación del semen (líquido que se expulsa durante la eyaculación). Las primeras eyaculaciones suelen presentarse de forma inconsciente durante el reposo nocturno: son las llamadas poluciones nocturnas. La erección se vuelve más consciente y más frecuente.
En los niños suele producirse el crecimiento de la altura después de las niñas, de manera que alcanzan la estatura de adultos los niños después de las niñas.
b) Cambios físicos en las mujeres: Primera fase: aumento del tamaño de las mamas. Al finalizar la pubertad se concreta el tamaño definitivo de los senos, que depende de la herencia. Se aprecia, además, la aparición de vello en el pubis.
Segunda fase: el vello del pubis adopta una disposición triangular característica, y hay un crecimiento de vello en las axilas. Hay un crecimiento generalizado del cuerpo: las caderas y los muslos se ensanchan, y se van formando los depósitos de grasa, en especial en las nalgas y en los senos, que dan la forma característica a la silueta femenina. Se producen cambios en los órganos genitales, que aumentan de tamaño y maduran. La maduración de los ovarios conduce a la instauración de los ciclos menstruales. La primera menstruación suele producirse uno o dos años después del aumento inicial del tamaño de las mamas. Pasado unos meses en los cuales las menstruaciones no son periódicas, el ciclo se va regularizando. El ciclo menstrual consiste en la periodicidad con que aparecen las menstruaciones, en forma de una moderada hemorragia cada mes (28- 30 días), y dura entre 2 y 5 días según la mujer.
El clítoris se va haciendo más prominente y la vagina más amplia y elástica, adquiriendo su normal secreción ácida gracias a la influencia de las hormonas del ovario; la vulva o entrada a la vagina adquiere su mejor desarrollo y conformación. Inician transformaciones que los capacitan para la actividad sexual y la reproducción.
Otro cambio importante a la talla corporal. Tras un período de uno a cuatro años de la pubertad, suele producirse lo que se conoce como el “estirón” durante el cual se observa un aumento de la talla corporal, que puede ser de hasta diez cm. El esqueleto, las masas musculares y el tejido graso adoptan las disposiciones características de cada sexo, por lo cual el peso corporal también se incrementa marcadamente durante este periodo.
El crecimiento en altura suele iniciarse antes en las niñas que en los varones, llegando a su estatura de adultas.

ADOLESCENCIA

Definición: Etimológicamente proviene de “ad”, preposición latina que significa a, hacia y “descere”, que puede traducirse como crecer por lo tanto, su significado es proceso de crecimiento.
Puede reconocerse el momento en que se inicia esta etapa, pero no es tan fácil determinar el momento de finalización, pues depende de factores psicosociales.
La adolescencia es un fenómeno cultural y social y por lo tanto sus límites no se asocian fácilmente a características físicas.
Está caracterizada fundamentalmente por ser un período de transición entre la pubertad y el estado adulto del desarrollo y que en las diferentes sociedades este período puede variar como varía el reconocimiento de la condición adulta que se le da al individuo.
La consecuencia final de la adolescencia sería un conocimiento de sí mismo como entidad biológica en el mundo, el todo biopsicosocial de cada ser en ese momento de la vida.
Características : El autor Manuel Knobel dice que el adolescente debe enfrentar el mundo de los adultos y desprenderse de su mundo infantil en el cual vivía cómoda y placenteramente en relación de dependencia, con necesidades básicas satisfechas y roles claramente establecido.
El adolescente hace cuatro duelos fundamentales:
a) El duelo por el cuerpo infantil perdido, base biológica de la adolescencia, el adolescente siente los cambios que le ocurren como algo ajeno a él y se coloca como espectador, observando sus cambios de forma impotente.
b) El duelo por el rol y la identidad infantiles, que lo obliga a una renuncia de la dependencia y a una aceptación de responsabilidades.
c) El duelo por los padres de la infancia a los que trata de retener en su personalidad buscando el refugio y la protección que ellos significan.
d) El duelo por la bisexualidad infantil también perdida.
Esta situación del adolescente lo lleva a la instabilidad que lo define, construyendo el “síndrome de la adolescencia normal”. Este síndrome es producto de su propia situación evolutiva, de la interacción del individuo con el medio.
El mundo de los padres, no acepta las dudas del adolescente sin remover en los adultos ansiedades que se encontraban ocultas.
El adolescente es capaz de asumir aquellos aspectos más enfermos de la sociedad y hacerse cargo de los conflictos de los demás.
La severidad y la violencia con que muchas veces se reprime a los jóvenes sólo provoca un distanciamiento mayor y la agravación de los conflictos. Knobel conceptualiza a la adolescencia un fenómeno específico dentro del desarrollo humano.
El adolescente al poseer conductas cambiantes, no es maduro.
La normalidad tiene que ver con la adaptación al medio, la capacidad para adaptarse, el logro de las satisfacciones básicas del individuo, la búsqueda de lo placentero, lo útil para si mismo y la sociedad.
Cita a Anna Freud, que establece que es muy difícil señalar el límite entre lo normal y lo patológico. La conmoción es normal y sería anormal que existiera un equilibrio estable en el proceso del adolescente.
El adolescente al atravesar por desequilibrios e inestabilidad extremos pasa por el síndrome normal de la adolescencia. Knobel dice que ese síndrome normal tiene diez características básicas que varían para cada adolescente.
Búsqueda de sí mismo y de la identidad : el adolescente comienza a abandonar su identidad infantil y trata de adquirir una identidad adulta. Se impone un distanciamiento del presente, proyectándose al futuro, independizándose de los padres.
El logro de un “autoconcepto” (llamado yo) se va desarrollando a medida que el sujeto va cambiando y se integrando con las concepciones que acerca del él mismo tienen los grupos, las instituciones, y va asimilando todos los valores que constituyen el ambiente social. Entonces se forma el sentimiento de identidad como una experiencia de autoconocimiento.
En la adolescencia ocurre un proceso de identificación masiva, donde todos se identifican con cada uno. Necesita exteriorizar todo lo que le ocurre internamente, para ello debe satisfacerse, buscando ídolos, figuras que sean parecidas a lo que a él le gustaría ser. Pero aunque esté buscando su identidad, no le interesa el futuro, sólo el presente.
En el libro “Verónica y Nicolás” de Ignacio Martínez, en la página 49 el narrador nos dice:”…tres tipos que no eran del liceo parecían estar vigilando, porque miraban ansiosos para un lado y para otro (…) –Si querés fumo nosotros te damos, pibe- y Nicolás comprendió perfectamente de que se trataba. (…) corrió con todas sus fuerzas y subió de un salto veloz y certero al ómnibus ¨. Con este fragmento podemos apreciar como Nicolás, un adolescente de 15 años decidió alejarse de las drogas y no probar. Creemos que allí se está formando su personalidad, al tener en claro lo que desea hacer.
Entre los psicoanalistas existen dos posiciones acerca de la identidad: por un lado, los que sostienen que la identidad surge en la adolescencia, y por otro, los que sostienen que la identidad surge en la infancia. El psicólogo Knobel, se adhiere a la primera hipótesis (la identidad existe en la adolescencia) mientras que, a psicóloga Mercedes Freire de Garbarino, considera la última hipótesis.
Considera que hay cambios de identidad en la adolescencia, pero la identidad existe desde la infancia. La adolescencia es el momento de la vida donde hay un cambio total del ser y su mundo, donde se da la reestructuración a través del interjuego entre el niño y el adulto.
El primer paso hacia la identidad, es el nacimiento, es el desprenderse de algo y ser un ente a parte de otro. En la identidad infantil, hay dos estructuras: una personal y otra general. En estas estructuras, hay elementos externos e internos. Pero lo más importante, es el interjuego entre ambos elementos: las experiencias del mundo exterior son aprehendidas por el individuo e incorporadas a su mundo interior. Estas experiencias, van cambiando al mundo interno y enriqueciéndolo; que a su vez, este mundo interno en la interacción con el medio, va modificando la realidad exterior. La identidad también se encuentra vinculada al grupo social.
Al llegar la pubertad, existe una armonía entre el yo psicológico y el yo corporal y las necesidades de ambos están correlacionadas. Es decir, el niño tiene su identidad establecida.
Cuando se producen los cambios físicos, se produce un cambio en la imagen y esto lleva a que el niño deba cambiar la imagen que tenía de sí mismo. Esto produce angustia.
La hipótesis de la autora es que las angustias características en la adolescencia están determinadas por la pérdida de la identidad infantil, creando un estado de confusión en el adolescente.
El adolescente toma nuevos ideales sociales para ser admitido en el mundo de los adultos. A este cambio psicológico se le suman los cambios físicos: el cuerpo cambia de forma y tiene nuevas funciones. Debe coordinar su yo corporal y su yo psicológico. Esto trae confusión y pérdida de la identidad. No sabe si es niño o adulto y lo lleva a actuar de forma discordante. Esta discordancia hace que busca formas de defensa: temor a utilizar el cuerpo, se lo ve demasiado grande para su yo psicológico, desprecio por el cuerpo, distorsión del esquema corporal, negación de la existencia del cuerpo, lo que lo lleva a una abulia o falta de interés total, falta de unidad y armonía con respecto a la imagen del cuerpo
Puede ocurrir que exista una negación del crecimiento que lleve a una dificultad de ubicarse frente a los objetos y que se vuelva a modelos anteriores, infantiles.
El joven posee un yo inmaduro, con un cuerpo desarrollado. En este momento, surgen grandes cantidades de excitación sexual, debido a la maduración del aparato sexual, que está listo para ser utilizado. El recurre a la masturbación como salida.
Con respecto a la relación entre el yo y el mundo exterior, podemos decir que caen las figuras parentales que lo influenciaron en la infancia. Debe dejar de ser quién es y cambiar, para poder insertarse en la sociedad adulta.
Podemos relacionar la teoría de la autora con la frase “ese gran bebé gigante”. El joven se siente totalmente desorientado ante un nuevo cuerpo que se le presenta, que lo hace verse como un “gigante”, es decir, con un cuerpo de adulto. Pero a su vez, se siente un “bebé” psicológicamente, porque su cuerpo no encaja en su ideal de adulto. También se pude analizar esta frase en el sentido de que el adolescente tiene al mismo tiempo actitudes de niño y de adulto, y toda la contradicción que esto conlleva.
La tendencia grupal: En la canción encontramos la frase “nos buscamos en espejos”, que resume el punto a desarrollar. El adolescente busca los iguales, los compañeros y amigos, con los cuales se identifica. Trata de salir de su casa y entablar relaciones con otros adolescentes, a los cuales le pasan las mismas cosas.
“Con botellas de cerveza y caja de vino estaban los punkies: parados a un costado, mirando a todo el mundo como con desprecio o aburrimiento o caras de estar deprimidos (…) con los pantalones bien ajustados, las camisetas pintadas con la “A” de anarquía. (…)Un poco más allá, con el pelo bien largo, camisetas por encima de los buzos de manga larga, botas, campera de cuero (…) estaban los metaleros. (…) Estaban los skaters, los surfistas, los hard-core, los hip-hopers, los alternativos, que son una mezcla de todos los demás…”. (“Pequeña Ala”, pág. 35). Aquí se puede ver que los adolescentes se agrupan en distintas “tribus” para sentirse parte de un grupo. Es una forma de sentirse “alguien”, de sentir que se tiene una forma de ser, de pensar, de vestir, propia, aunque en realidad no es así, porque todos los miembros del grupo la comparten.
Necesidad de intelectualizar y fantasear: el adolescente debe renunciar a su cuerpo, al rol y a los padres de la infancia, a la bisexualidad que acompañaba la identidad infantil. Esto le hace sentir fracaso, impotencia frente a la realidad externa. Recurre al pensamiento para compensar las pérdidas que ocurren dentro de sí mismo y que no puede evitar.
Anna Freud dice que la intelectualización y el ascetismo son manifestaciones defensivas típicas de la adolescencia. El ascetismo es mantener al ello dentro de ciertos límites por medio de prohibiciones. La función de la intelectualización consiste en ligar los fenómenos instintivos con contenidos ideativos y hacerlos accesibles a la conciencia y fáciles de controlar.
El joven se refugia en su interior debido a las fluctuaciones de su identidad. Esta huída permite un reajuste emocional, un autismo positivo en el que se da un “incremento de la intelectualización” que lleva a la preocupación por principios éticos, filosóficos, sociales.
El adolescente comienza a escribir versos, novelas, cuentos y se dedica a actividades literarias, artísticas.
En la canción la frase “vamos al rescate de nuestros secretos”, muestra cómo el adolescente va mirando su interior exteriorizando todo su conflicto a través de manifestaciones como el intelectualismo o las fantasías (de ser distinto a lo que aparenta).
La desubicación temporal: el adolescente vive con cierta desubicación temporal, convierte el tiempo en presente y activo como un intento de manejarlo. Tiene dificultad para identificar pasado y futuro, une el pasado y el futuro en un presente, que tiene características no discriminadas y que por lo tanto implicaría una temporalidad diferente.
Cuando el adolescente dice “cuando era chico” o “cuando sea grande”, el joven identifica un pasado y un futuro.
La frase “Página en blanco, que estamos escribiendo…”, nos muestra que el adolescente no tiene ni un pasado ni un futuro, sólo un presente, el cual se presenta totalmente incierto y novedoso y se va “escribiendo” a medida que transcurren los hechos de la vida cotidiana.
“…con los apuntes del crecimiento”, es decir que lo que más le interesa al joven es todo ese mundo nuevo que se le abre.
Actitud social reivindicatoria: la aparición de la instrumentación de los genitales, como una realidad concreta, también es vivida por los padres porque se angustian frente al crecimiento de sus hijos, reviviendo sus propias situaciones edípicas conflictivas. El joven siente que no es él el que cambia, quien abandona su rol infantil, sino que son sus padres y la sociedad los que se niegan a seguir funcionando como padres infantiles y que tienen actitudes con él de cuidado y protección ilimitados.
El adolescente presenta varios personajes ante los padres y diferentes figuras del mundo exterior.
En la canción la frase “no me frenes, disfrutame” demuestra los sentimientos del adolescente frente a los padres. Los adolescentes no quieren sentirse atacados, enjuiciados, molestados, amenazados.
Contradicciones sucesivas en todas las manifestaciones de la conducta: el adolescente no puede mantener una conducta rígida y estable, aunque muchas veces la intenta y la busca. Es una personalidad permeable, que recibe todo, en la que los procesos de proyección son intensos, variables y frecuentes. No hay una línea de conducta determinada. Se habla de “normal anormalidad”, a la inestabilidad permanente del adolescente.
Es el mundo de los adultos el que no tolera los cambios de conducta del adolescente, el que no acepta que el adolescente pueda tener identidades ocasionales, transitorias, circunstanciales y exige de él una identidad adulta, que no tiene.
En la canción, esta característica del adolescente se identifica con la frase “alma que baila” ya que es eso el adolescente, un ser que va bailando entre distintas conductas, algunas veces es adultos, otras es niño, no tiene estabilidad, está constantemente en movimiento.
Separación progresiva de los padres : la presencia internalizada de buenas imágenes parentales, con roles bien definidos, permitirá una buena separación de los padres, un desprendimiento útil y facilitará al adolescente el pasaje a la madurez para el ejercicio de la genitalidad en un plano adulto. A muchos padres se les dificulta separarse de los hijos porque quieren que ellos realicen los ideales del yo frustrado, pero atentan contra la búsqueda de la identidad. Cuando las figuras parentales no son muy estables ni bien definidas en sus roles, pueden aparecer ante el adolescente como desvalorizadas y obligarlo a buscar identificaciones con personalidades más consistentes y firmes. La identificación con ídolos de distinto orden (cinematográfico, deportivos, musicales) es muy frecuente.
“La idea me gustaba porque sabia que a la gente le iba a molestar. No sé porque, pero me encanta sentir que molesto. Es algo…no sé, una sensación, como cuando subimos al ómnibus y las viejas nos miran el pelo, los pantalones rotos, los gorros de lana, el arito. Uno tiene la sensación de que lo rechazan y lo juzgan, pero también esto te hace sentir diferente, como que uno es alguien, ni mejor, ni peor, distinto” (“Pequeña Ala”, pág. 54). En este fragmento se puede apreciar la necesidad del joven de verse diferente al resto de la sociedad y también se ve claramente el narcisismo que lo lleva a sentirse distinto a los adultos. Si bien este fragmento habla del adolescente en sociedad (en el ómnibus) sucede lo mismo a nivel parental, como veníamos mencionando anteriormente.
Constantes fluctuaciones del humor y el estado anímico: el yo intenta conectarse placenteramente con el mundo, que no siempre logra y esto lo lleva a la sensación de fracaso frente a la búsqueda de satisfacciones. Esta sensación puede ser muy intensa y el individuo se refugia en sí mismo. Se refugia en su mudo interior preparándose para la acción y reconsidera constantemente sus vivencias y sus fracasos.
Los cambios de humor son típicos de la adolescencia y es preciso entenderlos sobre la base de que son mecanismos de proyección y de duelo por la pérdida de objetos. Los cambios de humor pueden aparecer como crisis maníaco depresivos.
Libertad condicionada: el adolescente reacciona con violencia frente a la incomprensión de los padres y estos recurren a dos medios de coacción: dinero y libertad.
Para Knobel, son tres las exigencias básicas de libertad que plantea el adolescente: 1-libertad en salidas y horarios; 2- libertad de defender su ideología; 3- la libertad de vivir un amor y un trabajo. Los padres son los que se ocupan de la libertad de las salidas y horarios.
El adolescente percibe que cuando los padres controlan el tiempo y los horarios, también están controlando su mundo interior, su crecimiento y su desprendimiento. Los padres deben ir viviendo el desprendimiento del hijo otorgándole la libertad y el mantenimiento de la dependencia madura.
Para el autor, hay dos tipos de libertad: sin límites, abandonar a un hijo; o dar una con límites, que impone cuidados, contacto afectivo permanente, diálogo, para ir siguiendo paso a paso la evolución de las necesidades y los cambios del hijo.
En la canción, la frase “plantas que crecen” alude al crecimiento del adolescente, que cree que porque su cuerpo crezca, crecerán sus derechos, pero esto no es así, como dice la frase “todo a su tiempo, somos adolescentes”. Esta etapa se va dando pausadamente, o rápidamente según el individuo, pero es usual que todo adolescente lo quiere vivir rápidamente, pero debe ser todo a su tiempo.
La décima característica es la sexualidad la cual desarrollaremos como tema de este trabajo.

Sexualidad
Definición de sexo:
Sexo quiere decir diferencia. Esta distinción reside en los órganos genitales, llamados así porque en ellos reside la función de reproducción de la especie. De esta diferencia biológica surge el concepto de lo femenino y lo masculino. Esta desigualdad anatómica hizo que se impusieran distintos papeles para el hombre y la mujer.
El azar biológico determinará que tengamos un sexo masculino o femenino de acuerdo a cómo se integra la fórmula cromosómica XX mujer, o XY hombre, de la cual dependerá nuestra identidad sexual.
Lo que distingue a los sexos son los diferentes roles sociales que se ven obligados a desempeñar de acuerdo con los preceptos sociales que señalan el “cómo debe ser el hombre y cómo la mujer”.

Definición de sexualidad:
La sexualidad comprende aspectos psicológicos y socio culturales. Es un aspecto estructurante de la personalidad y se manifiesta en todo comportamiento humano.
Es el aspecto de la personalidad más influido por el medio. En función de esta influencia del medio es que cada individuo irá construyendo su imagen corporal, su autoconcepto, su autoestima, la forma de comunicarse y de vincularse con los demás.
La sexualidad implica aspectos biológicos, afectivos, las vivencias, la historia personal y aspectos socios culturales que reconjugan y manifiestan en todo comportamiento humano.
Es en la persona una omnipresencia que la acompañará en cada instante de su vida.
La sexualidad es el hombre en la totalidad de su expresión vital y por lo tanto no puede reducírsela a la simple función genital.
Existe la tendencia a identificar la sexualidad con el ejercicio exclusivo del coito dentro de una vida mecanicista y reductivista del sexo, que a nuestro parecer desvirtúa las posibilidades de una sana relación interpersonal. La otra aparece como la aceptación de la sexualidad pero sin inclusión de la función genital.
La sexualidad acompaña toda la vida de la persona, por lo tanto no puede reducírsela sólo a lo genital. La sexualidad nos ofrece múltiples posibilidades: como manifestación de afecto, como posibilidad u opción reproductiva, como fuente de placer, como la más íntima y profunda forma de comunicación humana.
Es el conjunto de aspectos que abarcan a toda persona, en la unidad de su cuerpo y de su alma, y que la configura como hombre o mujer. De aquí se deriva una fuerza interior que está referida a la afectividad, a la capacidad de amar y la amplitud para relacionarse con los demás.
Es la expresión de la totalidad de la persona. Maneras determinadas de sentir, amar y reaccionar, que tanto en el hombre como en la mujer son distintas y complementarias. En la sexualidad están en juego las realidades físicas y espirituales.
La sexualidad tiene que ver con: la identidad, somos mujer u hombre desde nuestra concepción; la comunicación: tenemos maneras diferentes de expresar nuestros sentimientos e ideas. A partir esta diferencia complementaria se da el diálogo. En la misma configuración de ser sexuado está la necesidad de salir de nosotros mismos e ir en busca de los demás; el crecimiento: partimos de los datos genéticos de nuestra identidad y vamos madurando. Este desarrollo está íntimamente relacionado con el de la personalidad; la transmisión de vida: que la sexualidad tenga que ver con el nacimiento de otra persona, nos ubica en su profunda importancia humana y ética.

Preocupaciones de los adolescentes en la relación con su sexualidad

Las preocupaciones de los varones son:
El tamaño del pene, saber si es normal: La cultura y determinados círculos han mitificado hasta hacer creer que del tamaño depende la felicidad sexual de la pareja. Nada más erróneo, ya que las sensaciones genitales propias y del acompañante no dependen de este factor. No hay relación de proporción entre el tamaño del pene en reposo (flacidez) y el pene erecto. El pene flácido del adulto (en reposo) tiene de 7 a 10 cm., y erecto de 12 a 17 cm.
Las eyaculaciones o emisiones nocturnas involuntarias: Para algunos viene a ser causa de sensación de culpa o de vergüenza. Los jóvenes deben de estar preparados sobre la inminente aparición de estas emisiones nocturnas. El adolescente debe saber que estas emisiones son normales y que representan el desarrollo del cuerpo y de las glándulas genitales o sexuales.
Estas emisiones indican su capacidad procreadora en un futuro próximo, como expresión corporal física y sensitiva es natural y normal, dentro de una frecuencia e intensidad que es variable en cada persona, podrán presentarse varias veces por semana o cada 15 días.
La erección atrae la atención del adolescente que se produce cuando existe el estímulo sexual. La estimulación puede ser directa sobre el órgano o bien indirecta a través de lo que ve o imagina. Puede existir erección aún con estímulos no eróticos. Esto sucede porque se sistema nervioso no está aún maduro para diferenciar con exactitud el estímulo específico sexual de otros estímulos que no tienen relación con lo sexual: preocupación, tensión, afán.
Todas son normales y con el tiempo las erecciones espontáneas van disminuyendo.
La masturbación es un aspecto más candente y complicado más para las personas mayores que para los mismos jóvenes. Se refiere a la autoestimulación de los genitales para conseguir satisfacción sexual, para obtener generalmente el orgasmo.
La masturbación representa sólo un peligro: los sentimientos de culpa, vergüenza o miedo que pueden sentir las personas debido a que se les han dado mensajes errados o negativos.
Hay personas que en etapas de gran tensión y ansiedad se masturben más de lo que harían en condiciones estables utilizan la masturbación como un tranquilizante o reductor de tensión. El problema no es la masturbación, si no la ansiedad que la causa.
Se han creado ideas erróneas, por eso la masturbación no causa: alteración o disminución de la capacidad intelectual, disminución de la capacidad física, alteraciones o deterioro de los en los genitales, futuras impotencias, bajo rendimiento en los deportes, cambios en el aspecto facial o corporal de la persona, no lesiona el desarrollo sexual, enfermedades mentales y no son las eyaculaciones durante el sueño con los actos masturbatorios.
La homosexualidad es toda actividad social entre dos personas del mismo sexo. No significa necesariamente que esas personas sean homosexuales.
Algunos adolescentes tienen juegos, explicaciones o actividades sexuales con personas de su sexo generalmente compañero. Pero el hecho de que un joven tenga una o varias experiencias homosexuales por sí solo, no significa que está interesado en el mismo sexo.
Las preocupaciones de las chicas:
Sobre la primera menstruación tienen preocupación porque no le ha llegado, pero al mismo tiempo sienten temor ante su aparición. Las adolescentes se pueden sentir confundidas dadas las creencias populares: el peligro de bañarse, lavarse los cabellos, comer alimentos fríos, hacer ejercicios o esfuerzos, todas creencias falsas sin fundamento científico.
También pueden temer que las demás personas, sobre todo los hombres, noten que ellas están menstruando.
Apariencia física: Les preocupa la belleza de su cuerpo, de sus senos, de su rostro. Esto se convierte para algunas en un foco permanente de preocupación, dejando de lado otros aspectos de sus posibilidades de atracción personal y de relación humana, como son la madurez emocional y de la personalidad. Las jóvenes, a diferencia de los muchachos, no están preocupadas sobre el desarrollo de sus genitales; en cambio lo que sí les llama la atención es el proceso de anticoncepción, del embarazo y del parto. A las chicas les interesa lo relacionado con el desarrollo masculino, como ser la erección, la eyaculación y la masturbación.
Casi todas las adolescentes tienen cierto grado de sentimiento de culpa, en especial, si desde la niñez se les ha enseñado que el placer sexual es “malo” o que los genitales son “sucios” o peligrosos. Esto puede llevar dificultades para disfrutar sus aprendizajes o para gozar plenamente de sus experiencias sexuales.
Están interesadas acerca de lo que piensan los muchachos de ellas; qué es lo que hace atractiva a una muchacha. Existe el temor al rechazo por no ser buenas compañeras o no demostrar la experiencia suficiente para responder a las actitudes de ellos.
Las dudas sobre la masturbación, aunque suele ser menores que en los varones, también aparece en las mujeres.
Para las jóvenes que se han tenido relaciones sexuales, es permanente el temor al embarazo, al qué dirán, al rechazo, lo cual crea inseguridad y dificultades en sus relaciones íntimas.
Las caricias: los abrazos y las caricias entre adolescentes están presentes siempre. Esta conducta es reflejo de la necesidad que tienen los jóvenes de establecer contacto físico con otras personas.
El principal significado constructivo de las caricias está en que a través de ellas los jóvenes pueden conocerse y aprender a quererse. Otras manifestaciones de afecto son tomarse de la mano, besarse, tocarse y acariciarse como forma de conocer a la otra persona.
Las relaciones sexuales: lo primero que se preguntan los padres es si su hijo debe tener relaciones sexuales. Lo importante es que los jóvenes estén conscientes de que tienen que enfrentar la situación y tener los elementos de juicios necesarios para decidor acertadamente qué hacer al respecto.
La relación sexual es una experiencia placentera, excitante y estimulante y se realiza en condiciones favorables; si se tienen fuertes sentimientos de culpa o miedo, el placer desaparece. Las relaciones sexuales son una forma de aprender a vivir con otra persona. Es un acto de dar y recibir y una manifestación de afecto. Se escribe acerca de las relaciones sexuales, se muestran en el cine y se exaltan sobre todo sus placeres, que muchos chicos se desilusionan cuando no lo experimentan. Una de los factores que deben analizarse es la posibilidad de embarazo.
Knobel trata la evolución sexual desde el autoerotismo hasta la heterosexualidad. El adolescente oscila entre la actividad masturbatoria y los comienzos del ejercicio de lo genital, que tiene características especiales donde hay contacto genital de tipo preparatorio y exploratorio.
Inicia la búsqueda de la pareja en forma tímida pero intensa. Es el período donde comienzan los contactos superficiales, las caricias que llenan la vida sexual del adolescente.
El enamoramiento apasionado es también un fenómeno de la adolescencia, que presenta todos los aspectos de vínculos intensos pero frágiles de la relación intrapersonal adolescente.
Para Knobel, el primer episodio de enamoramiento ocurre en la adolescencia temprana y suele ser de gran intensidad. Aparece el “amor a primera vista” que no sólo puede ser no correspondido, sino que incluso puede ser ignorado por el otro. Muchas veces ese amor puede ser una figura del cine, del deporte, de la música, etc.
La relación genital heterosexual completa ocurre en la adolescencia tardía y es un fenómeno mucho más frecuente de lo que habitualmente se considera en el mundo de los adultos de las diferentes clases sociales.
Al elaborar el duelo por el cuerpo infantil perdido que también significa la elaboración del duelo por el sexo opuesto perdido en este proceso evolutivo, la aceptación de la genitalidad surge con fuerza en la adolescencia, impuesta por la presencia de la menstruación o la aparición del semen.
La evolución del autoerotismo infantil a la heterosexualidad adolescente es el aprendizaje lúdico del otro sexo. La curiosidad sexual es expresada por los adolescentes en el interés por las revistas pornográficas.
En la adolescencia se reactiva el triángulo edípico intensamente porque como la instrumentación de la genitalidad rehace factible, el individuo se ve obligado a recurrir a mecanismos de defensa.
De no hacerlo, la consumación del incesto sería posible. Si el incesto se consumara, no llegaría a la definición sexual adulta y quedaría en una sexualidad genital temprana. Esto constituiría, para Freud, la base de la homosexualidad.
Durante la adolescencia pueden verse aspectos de conducta femenina en el varón y masculinas en las niñas.
Al elaborar el complejo de Edipo, el varón aparece idealizando al padre, con características de ser bueno y poderoso. Identifica los aspectos positivos del padre.
La niña, idealiza a la madre e identifica sus aspectos positivos. Toma los atributos femeninos de la madre.
La sexualidad es vivida por el adolescente como una fuerza que se impone en su cuerpo y que lo obliga a separarlo de su personalidad. El cuerpo es algo externo y ajeno a si mismo.
Las experiencias homosexuales adolescentes son normales mientras sean temporales. La búsqueda de definición genital del adolescente suele pasar por períodos de homosexualidad.
La falta de figura paterna hace que tanto el varón como la mujer queden fijados en la madre. El varón buscará una figura masculina con la cual identificarse y la niña quedará fijada a la relación oral con la madre.

Pubertad, adolescencia y la sexualidad de los siglos XIX Y XX


El historiador J.P Barrán, en su libro “Historia de la sensibilidad en Uruguay”, analiza la sociedad uruguaya en los siglos XIX y XX. Aquí podemos hallar datos interesantes acerca del adolescente de esta época.
Adolescencia en el siglo XIX

Los médicos de la época identificaban la “adolescencia” con la “mocedad” o juventud, que se extiende hasta los 25 años.
En el Uruguay del ochocientos, las mujeres púberes se tornaban adultas casi enseguida a través del casamiento, ya que éste se realizaba a los 12, 15, o 18 años. En el sexo femenino la pubertad y el casamiento coincidían.
Los hombres son púberes cuando se insertan en el mundo laboral: el ejército, la ocupación rural en la chacra o estancia, o urbana, en el comercio, y más tardíamente que la mujer, al casamiento.
En el adolescente del siglo XIX no existían conflictos intergeneracionales, ya que los padres solían tratar con rudeza a los hijos. Era una familia patriarcal organizada entorno al poder absoluto del padre.
El “mozo” lograba la independencia económica o de vida que le permitía alejarse del hogar paterno y acceder a una situación de autonomía.
En el caso de la “moza”, la salida temprana del hogar paterno coincidía con su casamiento y con su conversión en madre. Era una adultez impuesta por los hechos

Adolescencia en el siglo XX

Antiguamente, el niño era visto como un adulto pequeño. Los niños y las personas adultas convivían y coparticipaban de toda la cultura.
Sin embargo, luego, con la cultura “civilizada” (burguesa, europea), cambiarán todos los presupuestos culturales. El niño será visto como un ser diferente, con derechos y obligaciones propios a su edad y se le serán vedados ciertos rubros de la actividad social y otros se le resevarán especialmente. El Estado comenzó a mirar al niño y le destinó instituciones. La escuela vareliana y el Derecho trataron de evitar el castigo físico.
A veces la “barbarie” volvía a aparecer cuando los niños se convertían en adolescentes, se volvían “vagos en el más completo abandono”.
El adolescente aparece en las tres primeras décadas del siglo XX, según aparece en la documentación de la época. El nacimiento de la adolescencia como concepto cultural surge en un período de culpas y vergüenzas.
Al adolescente se lo ve como un ser que debe ser vigilado en sus juegos, sus lecturas, su salud, y en su soledad. Un rebelde contra los mayores y valores de la tradición. Los médicos, novelas y cuentos de la época lo describen como un ser que duerme mucho y gusta encerrarse en el cuarto solo o con amigos, que no controla bien sus miembros y entonces rompe los objetos, que tiene una mirada huidiza y expresión insegura.
Era un individuo en conflicto dramático con sus padres, la soledad y consigo mismo. Ese conflicto lo lleva a elaborar un concepto individualista de la intimidad, encerramiento acorazado dentro de un yo que se siente arrinconado. Eran usuarios del cuarto encerrado, del diario íntimo, de la novela prohibida o de la estampa picaresca.
En la época definen al adolescente como “imberbe aún, aprendiz empleado y aun mismo estudiante, bruscamente conquista una libertad de vida y costumbres no apropiada a la edad y se creen hombres cuando aún tienen el alma y la inexperiencia del niño y una función la sexual, que recién se esboza. Los adolescentes deben esperar su completo desarrollo, que no alcanzaba antes de los veinte años, no deben practicar la entrega precoz y ciega a los placeres comprados y embrutecidos, que traen consigo enfermedades y lacras”.

La sexualidad de 1860 a 1920

José Pedro Barran en su libro “La historia de la sensibilidad del Uruguay” Tomo II, investiga la sociedad entre 1860 a 1920, especializándose en la cultura bárbara y la civilizada. Allí plantea cada uno de los individuos de la sociedad y como participan en esa cultura.
De los adolescentes trata especialmente la sexualidad que atemorizaba a las familias de las clases medias y altas. El adolescente debía vivir su sexualidad conteniéndola y sintiéndola culposamente.
Era una época que separaba a los sexos. Existía la negación formal de la sexualidad, que se manifestaba en el ocultamiento del tema. La sexualidad se encontraba presente como idea fija, como factor que perturbaba las relaciones humanas.
El cura, el maestro, el policía, el padre y el médico fueron los agentes represores. El cura era el agente internalizador del control de los placeres de la carne.
Se formaron congregaciones como las “Hijas de María” a la que pertenecían centenares de mujeres en el Uruguay del Novecientos, exigía una conducta que “en nada debía participar del espíritu del mundo; lejos de ellas la vanidad, el lujo, la frivolidad, los adornos costosos, los vestidos poco decentes y los indecorosos bailes de las hijas del siglo corrompido”.
El clero denunciaba las “obscenidades” exhibidas, “cuadro inmorales”,“Estampas indecentes”, “libros obscenos” y en otras ocasiones los edictos policiales exigían a los vigilantes, “aprehender y remitir a todos los que sorprendan escribiendo letreros, dibujando figuras deshonestas en las paredes, borrando todo en el acto”, prohibían la exhibición de pinturas, cuadros, esculturas y grabados “inmorales” o “deshonestos”, así como “verter en público palabras obscenas o faltar el respeto a las señoras”.
Los médicos fueron los agentes más eficaces de la represión sexual pues propagaron su sensibilidad “civilizada” a través de la ciencia.
Los consultorios eran los confesionarios laicos del Novecientos. Allí se escuchaban secretos de parejas, intimidades de hombres y mujeres, confesiones adolescentes.
Se escribían libros sobre cómo prevenir a los jóvenes del peligro que corrían al andar por ciertas casas dónde no debe entrarse sino tomando grandes precauciones. Describían las enfermedades como el chancho blando, la gonorrea y la sífilis con imágenes y relatos horripilantes se intentaba aterrorizar al joven.
A los hombres que “tuvieran necesidad de estar con una mujer” se les aconsejaba la prostituta inscrita y con libreta médica al día. El joven debía pensar en los riesgos que corría y hacía correr a su familia y a su descendencia.
La enfermedad venérea se había transformado en una forma de castigo merecido ante la infracción en infierno laico, y “la corona de Venus” en el anuncio de la locura o la muerte.
Se intentó en las escuelas industriales y nocturnas donde concurrían centenares de obreros adolescentes enseñar sobre la higiene sexual.
Había que desviar al joven del cabaret, de las revistas pornográfricas y de los antros de corrupción y llevándolo a la naturaleza, al campo de deportes, donde se moderan los “apetitos precoces”.
Se separaron los sexos. Los hombres y mujeres tuvieron que generar espacios reservados o actividades rigurosamente delimitadas y separadas. La sociedad quedó sexualmente dividida y la división se hizo enfrentamiento.
Los diarios de la época pedían se castigara a los hombres “mirones” llevándolos presos, los calificó de “vergonzoso” y a los mirones de “atorrantes”.
Las mujeres internalizaron la división de los sexos y comenzaron a quejarse en 1870. La relación de la mujer con el médico se dificultó y la obstetricia tendió a reservarse a las parteras.
La separación de los sexos llegó con menos rigor a las clases populares pero ellas también la practicaron.Católicos y liberales procuraron evitar la lujuria o el libertinaje de los sectores populares.
Se muestran lugares peligrosos como los cafés y aquellos en que se bailaba y se trata de “limitar el amor y el uso de las riquezas”, condenando la ebriedad, creando un ciudadano atento, puntual, trabajador, honrado y ordenado.
Se usaba el silencio, la discreción, el secreto y “el lenguaje velado”, para referirse a la sexualidad. Fue oculta por el lenguaje hablado y escrito porque se creyó que así se la anularía. El poder de la sexualidad considerado un enemigo interior, una fuerza a doblegar.
Muchas mujeres llamaban a los paños higiénicos que usaban durante la menstruación, “paños secretos” y los escondían de la mirada de todos los hombres y niños de la familia.
La sexualidad era el centro de la confesión católica, de las charlas de las mujeres, de los adolescentes.
La negación de la sexualidad hizo que se la viviera culposamente, haciendo que se crearan todo tipo de fantasías acerca de la sexualidad.
Se separaban los dormitorios entre hijos y padres, entre hermanos y hermanas, el cuidado de los novios en las salas, y en las conversaciones familiares.
Al adolescente varón había que cuidarlo de que no se inicie con prostitutas gonorreicas o sifilíticas. La muchacha por su parte debía llegar vírgen al casamiento.
La sexualidad de los púberes era un peligro para el orden burgués y había que controlar las pulsiones para conseguir beneficios sociales. Reprimiendo la sexualidad se garantizaba a el país el éxito y a la familia tranquilidad, a los burgueses masas trabajadoras estables y a los adolescentes salud, fuerza y crecimiento.
Los jóvenes podían ser los hombres viriles y las mujeres delicadas. Otros son maricas u hombres de textura floja, de facciones mujeriles, voz afeminada, carácter tímido y aparato genital poco desarrollado y también algunos marimachos o mujeres hombrunas, de costumbres masculinas voz ronca, barba poblada, clítoris muy abultado.
Los jóvenes que se entregaban a sus novios antes del matrimonio, quebrantando su virtud (el himen) y quedando luego expuestas a la soltería vergonzante y a no podrán ser “colocadas ¨. Se enamoran y entregarán a jóvenes de inferior condicición social ya que la pasión sexual, una vez desenfrenada no respeta linde ni barreras introduce la turbación en los corazones, el desorden en las familias y gangrena en la sociedad.
El despertar sexual del joven adolescente también se podía manifestar como rebeldía intelectual, del agnosticismo.

Diferencias entre la adolescencia y la sexualidad de 1860 a 1920 y hoy en día.

La diferencia más notable es que hoy en día a los doce años, el adolescente comienza su adolescencia, en cambio en los años 1860 a 1920 a los doce años ya era tiempo de casarse, establecer una familia y mudarse de la casa de los padres a la de su esposo. No existía una etapa entre la niñez y la adultez, se pasaba de una a otra sin ninguna etapa intermedia.
En el joven del pasado no hay conflictos intergeneracionales porque al igual que sus padres cumplían con lo que la sociedad determinaba: casarse luego de los doce y formar una familia. Ese niño que se convertiría en adulto de un día para el otro no pensaba revelarse contra las costumbres de la familia. Hoy en día el adolescente rompe todas las reglas, no soporta que sus padres quieran imponerles lo mismo que le pasó a ellos cuando tenían su edad.
Hoy en día la sexualidad es un tema que los adolescentes hablan con normalidad, porque ya se han quitado lo tabúes para hablar sobre ello. Pero en aquella época, los agentes como la iglesia califican como prohibido hablar de esos temas y les hacen creer a los jóvenes que va en contra de dios.
La sociedad de hoy en día tiene como centro al adolescente, todos deben vivir lo más posible esa etapa porque ¨ ser adolescente ¨ es una moda. Constantemente el mercado apuesta todos los productos para los jóvenes: celulares, tecnología de todo tipo, la industria de la ropa, los programas de televisión. En 1860 lo que importaba era la clase burguesa que poseía el dinero para desarrollar la industria, eran los dueños de la tierra, el niño no era importante. Para ellos era un estorbo porque al llegar a los doce años debían vigilarlos para que cumplieran las costumbres, porque el niño no tenía experiencia, debía ser manejado por sus padres.
Hoy en día el adolescente elige a su grupo de amigos y su pareja buscando en el otro lo que a el le gusta y con quien comparte los mayores gustos. Antes lo padres (según a la clase a la que pertenecían) les imponían las amistades y arreglaban sus matrimonios para el ¨ buen futuro ¨ del joven, porque este aún era ingenuo y no sabía lo que quería. Muchas veces las hijas eran casadas con amigos de los padres, que les llevaban una gran diferencia de edad, pudiendo ser su propio padre. Otras veces casaban a los primos, o a jóvenes que nunca se habían visto.
Los adolescentes de hoy en día muchos se alejan del matrimonio, lo ven como un contrato que termina su adolescencia y que los obligan a madurar.
La psicología en el siglo XX se especializó en el adolescente, autores como Knobel y muchos más elaboran teorías sobre el pensamiento, las características y los cambios físicos que le ocurren. En el siglo XIX en el Uruguay no existía ninguna persona que pensara que ese niño que estaba sufriendo cambios tuviese que ser estudiado. El médico podía ser la persona que más supiera algo sobre esos cambios que le ocurrían al joven, pero que se lo explicaba a sus padres como algo malo que había que ocultar, se tenía que dejar pasar.
En el pasado se creía que la masturbación desgastaba al cuerpo, causando enfermedades en el cuerpo del joven, por eso había que vigilarlo y si se lo encontraba en alguna situación prohibida se lo debía distraer para que se le olvidara. Hoy en día a los jóvenes les llega constantemente información sobre la sexualidad y todo lo relacionado con ella. Muchos padres hablan con sus hijos diciéndoles la verdad e informándoles para que estén prevenidos sobre el tema.
Los adolescentes actualmente viven el amor como un pasatiempo o una descarga y esto se puede apreciar claramente en la vida diaria: a la mayoría no le interesa una pareja estable, sino que cambian de pareja cada poco tiempo, o muchas veces, se producen encuentros amorosos que duran solamente una noche, o también, adolescentes que tienen relaciones sexuales con personas desconocidas.
Estos cambios nos hacen ver y pensar en lo dinámica que es la sociedad y cómo estos cambios influyen en las personas y en su desarrollo vital. Es decir, en las diferentes etapas de su vida.


BIBLIOGRAFÍA

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Ø Mercedes Freire de Garbarino. “Adolescencia”, capítulo: Identidad y adolescencia. Ed. Roca Viva, Montevideo, 1990.
Ø Aberasturi - Knobel. “La adolescencia normal: un enfoque psicoanalítico. Cap. I y II.
Ø Mercedes Freire de Garbarino-Irenne Maggi de Macedo. “Ciencias Biológicas” Tercer año de Ciclo Básico. “Adolescencia” capítulo: “El adolescente y su familia”.
Ø José Pedro Barrán. “Historia de la sensibilidad del Uruguay” Tomo II.
Ø Palacio-Guereno-Acuña. “Sexo en los adolescentes”.
Ø Ignacio Martínez “Verónica y Nicolás”
Ø Cd “Chiquitas” Vol 5.Canción “Adolescente”
Ø Obiols y Di Segni. “Adolescencia, posmodernidad y escuela secundaria” Cap. III.
Ø Roy Berocay. “Pequeña Ala” Ediciones Trilce, Montevideo, 2000.


Realizado por Natalia Perez y Paola Pastor

1 comentario:

Sofi Olivera dijo...

Hola!
Muy buena info!! Muchas gracias por compartirla! Yo estoy cursando IPA este año y como todo el material sigue igual sigue sirviendo jaja!
Les agradezco mucho!