viernes, 7 de noviembre de 2008

Paulo Freire

Análisis de las obras de Paulo Freire:
“Pedagogía del Oprimido”
y
“Pedagogía de la Autonomía”
INDICE:

Introducción.................................................................................................................
El Brasil de Freire........................................................................................................
Tendencias de la época.................................................................................................
Nacimiento del método.................................................................................................
Distintos conceptos para Freire.................................................................................…
Sus dos obras más importantes.....................................................................................
Críticas a Freire..............................................................................................................
Análisis de ¨ Pedagogía del Oprimido ¨........................................................................
Análisis de ¨ Pedagogía de la Autonomía ¨...................................................................
Conclusión....................................................................................................................
Bibliografía..................................................................................................................

INTRODUCCIÓN

Este trabajo se realizó para lograr un análisis más profundo de la teoría pedagógica de Paulo Freire.
El análisis se divide en las dos obras de Freire: “ Pedagogía del Oprimido ’’ y “ Pedagogía de Autonomía ’’.
Paulo Freire nació en Recife (Brasil) en 1921 y falleció en San Pablo en 1997.
Fue hijo de una familia burguesa que sufrió la Crisis del 29, que lo llevó a una crisis económica que se expresa en su perspectiva educativa.
Perteneciente a la clase media, la familia sufrió los embates de la crisis mundial de 1929, así lo recordaba en una entrevista en 1988:
“ Hice de escuela primaria en el período más duro del hambre, no de un hambre, no de un hambre intensa, pero de un hambre capaz de trastornar el aprendizaje ”.
“ No podía entender las clases de la escuela primaria. Tenía ceros. Lloraba. Sufría. Tenía hambre y me sentía culpable por tener malas notas...”.
Estudió derecho, pero sus intereses se volcaron a la educación. Su entrada en la educación no se hace por la puerta del mundo educativo, sino por los múltiples caminos de la acción social. Su vocación de reformador educativo vino por otras vías. Con veintitrés años, y por un deseo incontenible de ser padre(según confesión propia), se casó en 1944 con Elza Olivera, una maestra de primaria, con quién tuvo cinco hijos, cuyos nombres aparecen en varios libros. Freire declaró reiteradamente que su interés por la pedagogía como tal nace tras su matrimonio con Elza. Por ser casado, profesor de portugués y de constitución débil se libró de ir a la Segunda Guerra Mundial.
En 1946 fue nombrado Director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social en el estado de Pernambuco. Trabajando principalmente con analfabetos adultos, empezó a adoptar un método no-ortodoxo de alfabetización.
En 1959 bajo el título de ´´ Educación y actualidad brasileña ´´ constituye la base del libro que sacó a Freire de su ámbito provinciano y lo hizo conocido en Brasil: “La educación como práctica de la libertad ”publicado en 1965.
En 1956 fue nombrado miembro del Consejo Consultivo de Educación de Recife. Luego fue designado como profesor de filosofía e historia de la educación de la Universidad de Recife.
Freire fue uno de los fundadores del Movimiento de Cultura Popular (MCP) de Recife. Con este movimiento se realizaron los primeros ensayos del método en varias localidades de los Estados de Pernambuco y de Río Grande do Norte.
En 1961 fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife, y en 1962 tuvo la primera oportunidad de aplicar de manera significativa sus teorías, cuando les enseñó a leer y escribir a trescientos trabajadores de plantíos de caña de azúcar en tan solo cuarenta y cinco días. En respuesta a este experimento, el gobierno brasilero aprobó la creación de miles de círculos culturales en todo el país.
En 1964 cuando se produce el golpe de Estado militar en Brasil, Freire fue encarcelado. Tras un breve estadía en Bolivia, trabajó en Chile durante cinco años para el movimiento Demócrata Cristiano por la Reforma Agraria y la organización para la alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas. En Chile impulsó un plan de alfabetización campesina, que pretendía ser el motor del proceso de organización de los sindicatos de jornaleros y de las cooperativas de los pequeños propietarios rurales.
En Chile el método se llamó ´´ psicolinguístico de alfabetización ´´. La operación legitimadora tenía dos facetas: reducir el campo a la alfabetización de adultos y establecer una lista de palabras generadoras, que eran concientizadoras para el beneficio del gobierno.
De Chile pasó a EE.UU. Entre abril de 1969 y febrero de 1970 Freire vivió en Cambiridge, Massachussets, como profesor invitado de la Universidad de Harvard.
Meses después Freire fue contratado por el Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, donde permaneció diez años. Freire crea con unos amigos el Instituto de Acción Cultural (IDAC), que le sirve de apoyo pedagógico para sus correrías por Oceanía, Asia, América, con excepción de Brasil, y sobre todo, África
Desde Ginebra, Freire actúa hacia todo el mundo, sobre todo a América Latina.
Durante un período se lanza a la aventura de un nuevo tipo de producción intelectual, los libros hablados, que recogen conversaciones con interlocutores brasileños, norteamericanos, chilenos, etc.
Durante los últimos años chilenos (1967-1969) escribe “ Pedagogía del Oprimido”. Este libro está muy lejos de la alfabetización y constituye una lectura política compleja de la realidad sociopolítica latinoamericana en orden a proponer los caminos para su transformación radical. Nace ahí la pedagogía de la liberación, dejando en un segundo plano la búsqueda de los soportes teóricos que el propio método necesitaba, una teoría del conocimiento.
En 1979 con pasaporte suizo, volvió a Brasil, rescatado por la Universidad Pontificia de Sao Paulo.
En 1989 fue nombrado secretario de educación del Municipio de Sao Paulo, a petición del Partido de los Trabajadores, del que era uno de los fundadores, y al que pertenecía la nueva alcaldesa, Luiza Erundina. Freire intentó cambiar la cara de la escuela, entregando las escuelas a las comunidades locales (la autonomía de la escuela, era una de sus convicciones sobre el sistema educativo formal), creando consejos de escuela y asociaciones de alumnos, y estimulando los proyectos autónomos de centro.
Se aplicó un plan de formación del profesorado. Se puso en marcha un movimiento de alfabetización a través del Foro de los Movimientos Populares de Alfabetización. En 1991 renunció al cargo.
En 1997 luego de su muerte se publicó ´´ Pedagogía de la Autonomía ´´

El Brasil de Freire

Entre 1930 y 1945 nace en Brasil el embrión de una burguesía nacional y de una economía moderna, crisis de 1929 y por la guerra mundial. El Estado juega una rol conciliador y paternalista. Entre 1945 y 1964 regresa con pujanza la inversión extranjera, que desbanca del poder a la burguesía nacional.
Es la época de germinación del antiimperialismo, de oposición a lo que hoy llamamos inversión extranjera, a la que se culpabiliza del expolio y de la pobreza del país. La conducta de gran parte de las empresas extranjeras (norteamericanas en su mayoría), antes sólo a sus intereses y ajenas por completo a las necesidades del desarrollo nacional, dejan poco resquicio para que ninguna fuerza política las defienda. Todas las fuerzas sociopolíticas de América Latina se tornan, de una manera, antiimperialistas y nacionalistas. Los expertos de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (CEPAL) darían soporte teórico- tecnocrático a este estado de ánimo con la teoría- estrategia de la autosuficiencia nacional y de la sustitución de importaciones.
El modelo impulsa la economía por parte del Estado, estimular la emergencia o el desarrollo de los empresarios nacionales, el acceso al mercado nacional de las masas campesinas la generalización de la educación, incluida la alfabetización de adultos, como instrumento de inserción sociopolítica de la gran masa de la población.
El Instituto Social de Estudios Brasileños (ISEB) aplicó una reforma política para ampliar la democracia y un desarrollo capitalista más equilibrado. La estrategia reformista sólo era viable con la incorporación de las capas medias urbanas, los estudiantes y los intelectuales, y por el otro la gran masa de campesinos que vivía en gran medida fuera de la economía de mercado y fuera de las contiendas electorales. Los analfabetos no votaban y el 90 % de los campesinos eran analfabetos.
Las diversas fuerzas políticas traducen el modelo general a su esquema ideológico. Básicamente se crean dos polos: la democracia cristiana y los partidos socialistas y comunistas.
El pensamiento de Freire se encuentra definido por la teología de la liberación, que se encuentra enmarcado en una visión humanista cristiana. Esta visión se centra en la pedagogía que aparece como la base necesaria para la concientización que conduce al desarrollo, al progreso humano a la liberación del individuo.
Otra gran influencia que tuvo Freire fue la filosofía marxista donde entiende la sociedad como contradictoria. Esta visión se une a la visión católica de Freire.

Tendencias de la época:

El populismo fue una tendencia nacida en Brasil que estalló en los sesenta, que influyó a Freire. De latín populus ´´ pueblo ´´ es un termino político usado para designar corrientes heterogéneas pero caracterizadas por su aversión discursiva o real a las elites económicas e intelectuales, su rechazo de los partidos tradicionales (institucionales e ideológicos), su denuncia de la corrupción política por parte de las clases privilegiadas y su constante apelación al ´´ pueblo ´´ como fuente del poder.
La aparición del populismo como fenómeno social se liga a procesos de rápida modernización, como una postura critica ante los distintos grados de desarrollo que estos procesos pueden generar en las diversas clases o regiones de un país y en consecuencia una desigualdad en varios ámbitos de la sociedad.
El populismo esta referido a las medidas que toma un político, buscando la acepción de los votantes.
El populismo en sentido positivo, lo que define es un sistema en el que el poder recaiga más en el pueblo que en sí mismo, no en que los políticos profesionales gobiernen para la mayor comodidad del pueblo. Son dos cosas distintas, no es lo mismo que los ciudadanos puedan tener más poder y menos las élites de tal manera que puedan darse cosas a sí mismos, a que sea el gobierno el que tenga el poder y ese gobierno favorezca medidas que les puedan venir bien a los ciudadanos, quienes luego recompensen con el voto.
En sentido general, socialistas y comunistas han utilizado el término "populista" para definir a los gobiernos que, aún favoreciendo a los "sectores populares" (principalmente a la clase obrera), no pretenden terminar con el sistema capitalista. Desde un punto de vista opuesto, los sectores conservadores han utilizado el término "populista" para definir a los gobiernos que están poco dispuestos a dejarse influir por los grandes grupos económicos y buscan atenerse estrictamente a las reglas de juego democráticas.
Sus características principales eran:
Ø Un gobierno basado en un liderazgo personal con una fuerte carga ideológica nacionalista y justiciera.
Ø Un movimiento o conglomerado de partidos que incitan a los pobres a adherirse al cambio o revolución política.
En 1960 el gobierno de Janio Quadros primero y de Joao Goulart después encarnaron en Brasil el nuevo tipo de populismo. Las contradicciones entre los dos enfoques del modelo y las inevitables turbulencias sociales dieron el pretexto para el golpe militar de 1964.
El populismo expresa la democratización del Estado que debió apoyarse en algún tipo de autoritarismo, como el autoritarismo institucional de la dictadura de Vargas (1937-1945).
El populismo es el mediador que opera la incorporación popular, evitando la revolución social, en el caso de Brasil esta incorporación queda reducida a las clases medias, y a un pequeño sector obrero industrial incipiente.
La época es entre 1930 y 1954 que se desarrolla en Brasil. En Getulio Vargas se concentró el populismo brasileño.
En el mundo estaban ocurriendo las guerras mundiales, que trajeron como consecuencias a los países latinoamericanos de crear instituciones que suplieran los productos que antes se importaban.
Nace en un contexto de crisis del sistema oligárquico vigente hasta la década del 20 (Republica bella), y de crecientes procesos de urbanización. Agitaciones sociales y políticas, lideradas por los militares crean movimientos como el Tenentismo, y finalmente, la Revolución del 30 pone el poder a Getulio Vargas.
El populismo brasileño contó con el apoyo de los militares, quienes desde comienzo de la República, se habían convertido en los ´´ árbitros ´´ de la política. Sectores de la clase media también integraron las toldas populistas de Vargas, aunque en menor cuantía. Las ´´ masas ´´ populistas, estuvieron compuestas principalmente por el naciente proletariado urbano, que, sin embargo no actuó de manera organizada ni activa.
El populismo brasileño fue un movimiento victorioso, un movimiento en el poder. Vargas no se preocupó durante su dictadura, de crear una estructura organizativa. Confió todo al poder de su perdona y su capacidad de manipulación. Sólo a raíz de la campaña presidencial de 1950, Vargas decide crear el PTB, con el cual llega de nuevo al poder.
Vargas decidió a toda costa industrializar el país, de esta forma hacerlo menos dependiente de las coyunturas internacionales. Dio incentivos al capital privado, y a su vez, el Estado creó nuevas empresas. Organizó el Ministerio de Trabajo y creó una estructura laboral sin precedentes. Reguló los salarios de los trabajadores, atacó el imperialismo norteamericano, y nacionalizó la economía. Sin embargo el populismo brasilero no se ocupó del problema agrario.
Vargas se preocupó por regular los salarios, las condiciones laborales, etc. Creo una fuerte estructura de bienestar social inexistente hasta el momento. Organizó el aparato Sindical.
El populismo en Brasil se adecuó, tanto al sistema democrático (competencia política por medio del PTB) como al autoritarismo (golpes de Estado).
Todo, en bien de una causa llamado ´´ nacionalismo ´´.
Durante el ´´ Estado Nuevo ´´, se produjo el fortalecimiento del Gobierno Federal respecto a los Estados. Fortalecer el Estado implicó crecimiento burocrático. El nacionalismo se convirtió en bandera política. Poca oportunidad dio a la oposición. Los partidos políticos fueron clausurados y las acciones opositoras de derecha e izquierda fueron reprimidas. La manipulación política, fue un instrumento clave del accionar del gobierno Vargas.
El populismo brasileño cayó producto de su propia debilidad estructural. El no poseer una organización fuerte y confiar todo a la capacidad personal de su máximo líder Vargas. Este descuido de la clase media, el no organizar al proletariado y sin embargo, se enfrentó en su nombre, a la burguesía industrial en los momentos de crisis política en 1945 y 1954. descuido también al apoyo de los militares, quienes, terminaron con el populismo en el poder.

Dentro de ese proceso eclosionó en el ámbito nacional el método de Paulo Freire, fue llamado Freire a Brasilia para asesorar al ministro de educación en el lanzamiento de una campaña de alfabetización que pretendía alcanzar a cinco millones de analfabetos con el nuevo método. Los cuadros políticos más destacados como el marxismo y el cristiano desaparecieron.
Los marxistas lo veían a Freire como un cristiano, tanto por su fe personal, como por sus vínculos con los democristianos exiliados en Chile, que le habían dado sus apoyo cuando eran altos cargos en Brasil.
Los izquierdistas decían que todo lo revolucionario debía nacer en el campo marxista. Freire acusado de marxista en Brasil, pasó a ser para la izquierda clásica chilena un educador apolítico, humanista y culturalista, un ideólogo de la concientización sin un planteamiento político de genuina transformación social.
El contexto en que Freire desarrolla su teoría se planteaba la oposición de los modelos comunista y capitalista.
Estos se ubican en plena Guerra Fría (1947-1989) donde existía una popularización en toda la sociedad.
La obra de Freire critica la ideología al sistema capitalista y establece las bases para una educación al servicio de la liberación revolucionaria.
Se estaba instalando la Teoría del Capital Humano, que hace un análisis de la educación donde la misma se relaciona con el crecimiento económico .
Este modelo instala en la década del 60 en América Latina. Se empezó a ver la importancia de la educación en la industria y comienzan a ingresar las multinacionales.
Esta teoría aparece hacia el año 1950, que deriva de la corriente denominada Sociología de la Educación Funcionalista.
Los autores de esta teoría proponían que los individuos poseen distintos capitales, o sea distintos bienes, ya sean materiales o inmateriales. Los sujetos invierten en ese bien que poseen, para obtener una ganancia o renta. Esto sería un gasto de inversión.
Los capitales de un individuo pueden ser: intelectual, económicos o físicos y sociales.
Cuanto más integrado este el individuo a la sociedad mayor será su capital, generando más rentabilidad (vínculos sociales). Los vínculos que se obtienen si se mantienen van a servir para algo.
Defienden el capital humano como el conjunto de habilidades y destrezas que tienen todos los individuos. El individuo invierte en sí mismo y en su descendencia. Este tiene dos tipos de gastos: de consumo (dinero y tiempo) y de inversión (decidido a estudiar), y no ganan rentabilidad inmediata, se obtiene a corto o mediano plazo.
A mayor inversión en la educación formal, mayor es la productividad, más empleo y mejor salario.
El Estado y el individuo deben invertir en cinco actividades principales para lograr un mayor desarrollo humano.
1)Educación formal; organizada en sus niveles primario, secundaria y terciaria.
2)Políticas de salud, incluyen gastos que afectan a las expectativas de vida, de fuerza, la resistencia física, el rigor y la vitalidad de las personas.
3)Formación profesional para los adultos. Incluye el sistema de aprendizaje organizado por las empresas.
4) Programas de estudios para adultos no organizados por las empresas, incluyendo programas de ampliación de conocimiento principalmente en la agricultura. Se invierte en los adultos con cursos donde se los actualiza y compiten con otros.
5)Migraciones individuales y familiares para ajustar las cambiantes oportunidades de empleo. Las poblaciones se mueven dentro de un país en busca de estructuras laborales.


Nacimiento del método:

Las ideas principales que Freire quería impulsar las comenzó a divulgar hacia 1958 en un informe “ La educación de adultos y las poblaciones marginales: el problema de los mocambos ” :
Ø La educación de los adultos tiene que fundamentarse en la conciencia de la cotidianeidad de los educandos, superando el mero conocer letras, palabras y frases.
Los procesos educativos y políticos han de ser horizontales, los educadores y los líderes políticos han de aprender de sus alumnos o de sus bases, al tiempo que les enseñan y orientan.


Distintos conceptos para Freire:

Pedagogo: es un hombre o mujer que piensa la práctica educativa desde lo teórico, filosófico, critico. Muchas veces se encuentra envuelto en la reflexión crítica sobre lo que significa la práctica educativa.
Educación: es parte de lo que llamamos superestructura, que refleja los aspectos más concretos de la sociedad, en la que se da. Organizándose en función de los intereses de los que tienen poder, constituye la educación a su servicio, no hay nada que hacer en la educación hasta que la sociedad sea transformada. Toda práctica educativa implica: 1) la presencia de un sujeto que llamamos educador, 2) la presencia de otro sujeto que llamamos educando, 3) un cierto contenido u objeto que medie entre los dos sujetos.(…) La práctica implica ciertos métodos y técnicas usadas por el educador y (…) por los educandos, 4) Toda práctica educativa implica ciertos fines, ciertos objetivos, ciertas finalidades.
Ø La educación de adultos no debe ser un mero instrumento para alcanzar un nivel académico determinado, sino un estimulo para la emergencia sociopolítica del pueblo y una herramienta para participar en la vida pública.
Ø La pedagogía es una acción política y operativa, organizada en torno a la ambivalencia instructiva de unos límites, una práctica de impedimento, interrupción, comprensión e intervención, consecuencia de las luchas históricas, sociales y económicas que se están librando.
Ø La esperanza era una práctica de testimonio, un acto de imaginación moral que permitía a los educadores progresistas y a otras personas pensar de modo diferente para actuar de forma diferente. La esperanza exigía comprometerse, desarrollando unas practicas transformadoras, y uno de los cometidos del educador progresista consistía en desvelar las oportunidades de esperanza, con independencia de los obstáculos que pueda haber.
Ø La política es la movilización de los grupos sociales contra las prácticas económicas, raciales y sexistas opresivas implantadas por la colonización, el capitalismo global y otras estructuras de poder opresoras.
Ø El diálogo significa intersubjetividad, comunicación entre las personas, pero significa también diálogo con la realidad, relación entre teoría y práctica. El diálogo educador significaría tomar conciencia del individuo para cambiar la realidad objetiva de las estructuras de opresión. Se trata de un proceso de orientado al amor e inseparable de la justicia. Exige del educador el reconocimiento de su propia pobreza e ignorancia como actitud necesaria para dialogar con los pobres.


Sus dos obras más importantes

Ø “ Pedagogía del oprimido “: Freire abandona el campo de la pedagogía en el sentido estricto para situarse en el terreno de la política, no a la usanza convencional, sino desde una postura propia: su condición de educador reconocido. En este libro se incorporan a su pensamiento ingredientes marxistas de diverso tipo: el Marx humanista de los Manuscritos de 1884, el Che Guevara, los movimientos africanos de liberación y luego Gramsci.
John Dewey le inspiró la importancia de conocer la vida de la comunidad local y la idea del aprender haciendo. De Carl Rogers apreciaba la insistencia en el alumno.
Freire no dudaba en admirar a Ferrer y Guardia, a Makarenko y a Krupskaia, de quien sacó algunas ideas sobre la escuela políticamente neutral, burocrática y necrófila, identificándose con sus planteamientos de una escuela biófila. Freire se interesó vivamente por Vigotsky, análisis sobre la relación entre desarrollo cognitivo y el entorno como, por sus propuestas de transformación del entorno para posibilitar el aprendizaje y viceversa.
La polarización heredada del hegelianismo encuentra en esta dictonomía la más persistente de las de las ideas-fuerza de Freire.
Esta fórmula polarizada, o la análoga de educación vertical-educación horizontal marcó desde los años sesenta. El adjetivo bancaria alude al hecho de que la educación convencial concibe a los educandos como un banco en que se depositan conocimientos de forma pasiva, sin intervención ni valor añadido alguno por parte del receptor. El adjetivo vertical connota la relación de arriba hacia abajo del acto de enseñar y de aprender. El proceso educativo hace referencia a una transferencia de conocimientos del educador al aprendiz, metáfora bancaria comúnmente utilizada en nuestros días como lo más natural.
Freire opone el diálogo como instrumento esencial del acto de enseñar y de aprender. El diálogo no es un simple recurso utilizado por el profesor para entretener a sus alumnos y hacer más amena la clase. La teoría de Freire del diálogo se relaciona mucho con la teoría del conocimiento que contiene tres aspectos: uno de ellos es la dialéctica entre tres aspectos. Estos son: la realidad, la teoría y la praxis. La realidad social (estructuras, instituciones, ciencia y tecnología, clases sociales, ciudades, agricultura, etc.) es el producto de la acumulación de práctica humanas contradictorias. La teoría es el producto de muchos actos de conocimiento. No hay conocimientos previos que se aprenden sin más, sino que todo se reaprende, se construye, destruye y reconstruye con los materiales preexistentes que vienen del otro y de los materiales que incorpora el mero hecho de problematizarlos.
El aporte más importante es en el plano de los constructores, de los actores del aprendizaje. Freire dice que se puede aprender en la soledad de un laboratorio o leyendo un libro pero el acto de leer ha de ser un acto de diálogo con la realidad o de diálogo con el autor de texto.
Si no hay diálogo, se memorizará o se acumularán pinceladas sueltas de la realidad, pero no habrá comprensión, síntesis, conocimiento apropiado y recreado por el sujeto. En las condiciones usuales, el aprendizaje se produce en un aula, donde están varias decenas de educandos frente a un profesor.

Ø “Pedagogía de la Autonomía”: Freire nos convoca a pensar acerca de lo que los maestros deben saber, y de lo que deben hacer, en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, sobre todo cuando el énfasis está puesto en educar para lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos en la sociedad.
Freire no va a justificar el analfabetismo o la no asistencia a las escuelas por la irresponsabilidad de los padres o por el resultado de sus bajos ingresos, porque para él la educación y las posibilidades que ella brinda de mejoramiento de la humanidad son fundamentales en su concepción sobre la liberación de los individuos y su inclusión en las sociedades.
Nos ofrece un marco conceptual relacionado con la práctica de los profesionales de la educación, quienes para este autor estarán comprometidos tanto con la enseñanza como con el aprendizaje. Articula un total de veinte "saberes" o principios a tener en cuenta, vinculados a tres capítulos principales, los cuales a su vez son los pilares conceptuales de esta obra: No hay enseñanza sin aprendizaje; enseñar no es transferir conocimientos; y el proceso de educar es sólo una empresa humana.
El primer principio entraña una profunda concepción de Freire, mediante la cual nos conmina a pensar en la interacción entre educar y enseñar. Una no existe sin la otra, al tiempo que demandan del diálogo con y del respeto por el educando y por su concepción del mundo.
Freire señala que la educación basada en la interacción entre educar y aprender requiere seguir los siguientes pasos: observa un rigor metodológico; desarrolla la investigación; respeto por el conocimiento particular de cada estudiante; ejercita el pensamiento crítico; respeta la ética y estética; haz lo que dices y arriésgate aceptando lo nuevo, al tiempo que rechazas cualquier forma de discriminación; reflexiona críticamente acerca de las prácticas educacionales; y asume tu identidad cultural. Freire condenó las ideas fatalistas mediante las cuales se acepta la inmovilidad ideológica, de que "la realidad es lo que es y qué podemos hacer ante eso".
Ponderó la capacidad del educador de tomar decisiones que transformen las realidades de los estudiantes, de preconcebidas y desesperanzadas en esperanzadoras y llenas de posibilidades. Su aproximación a la educación se nutre de sus experiencias directas con los procesos de individuos en el camino de lograr su liberación personal: "hay que lograr la expulsión del opresor de dentro del oprimido".



Críticas a Freire

Los seguidores y partidarios critican positivamente los planteamientos pedagógicos de este movimiento. Ven en la corriente que plantea el autor una corriente educativa de liberación político-social una posibilidad real de alumbramiento de una nueva sociedad, donde el individuo, auténtico “ser humano“ y consciente de su libertad logrará transformar la tan brutalmente injusta organización social de nuestros días en otra más igualitaria, justa y humana.
Los contradictores presentan sus críticas negativas:
Ø Desde el punto de vista humanístico: mientras el hombre es un ser libre, la educación se halla al servicio de la libertad. Toda la educación es educación liberadora. Para ellos lo más grave es la “pedagogía liberadora“, es la confusión de la acción educativa con la acción social y política.
Ø Desde el punto de vista metafísico se le critica el concepto “opresor”: los padres son opresores de sus hijos porque introyectan en ellos sus estructuras opresoras. La educación paterna es negada como proceso de adiestramiento natural. Los maestros o educadores son opresores de sus alumnos. El educador sea padre o profesor, no es necesariamente opresor, ni el educando oprimido, porque la opresión requiere una realidad oprimible y el proceso educativo no actúa sobre una realidad en acto, sino sobre una capacidad en potencia. El educador planta algo donde nada hay, no implanta algo donde ya hay otra cosa o sea un conocimiento.
Ø Desde lo social: se le cuestiona la validez de sus conceptos especialmente la “organización social”.
Ø Desde la teología cristiana, no cabe condicionar la educación cristiana a unas estructuras sociales. La salvación de cada hombre, su liberación auténtica, es obra de la gracia divina y de la cooperación humana, de la educación de cada hombre.
La revolución es necesaria para poder educar. La educación es condición necesaria para realizar la revolución. Sin hombres preparados, ninguna revolución es posible. La educación auténticamente liberadora tiene su apoyo en la Verdad.


ANÁLISIS DE “PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO”

Paulo Freire en su obra “Pedagogía del Oprimido” nos habla de oprimidos y opresores. La clase de los oprimidos se encuentra integrada por los obreros y los campesinos latinoamericanos. La categoría oprimidos también abarca a los pescadores, alfareros, trabajadores independientes. Son oprimidos en el sentido económico. Pero también hay una opresión de la conciencia. Esta conciencia oprimida se va trasmitiendo de generación en generación.
Considera que el hombre es un ser inacabado y en él existe la necesidad de hacer algo por sí mismo. El hombre busca “ser más”: proceso por el cual el hombre busca su perfeccionamiento. Este “ser más” significa ser más humano. El hombre busca su humanización. Sin embargo, muchas veces las decisiones están condicionadas por el contexto histórico y estas decisiones lo deshumanizan. Freire nos dice “Humanización y deshumanización, dentro de la historia, en un contexto real, concreto, objetivo, son posibilidades de los hombres como seres inconclusos y concientes de su inconclusión”.
La deshumanización no afecta sólo a los oprimidos, sino también a los opresores. A la humanización la llama “vocación de los hombres”, vocación “afirmada en el ansia de libertad, de justicia, de lucha de los oprimidos por la recuperación de la humanidad despojada”. La deshumanización es una distorsión. La violencia de los opresores nos hace ser menos. El hecho de ser menos lleva a los oprimidos a luchar contra a los opresores. Sin embargo, en esta lucha, los oprimidos se convierten en opresores frente a los más débiles (por ejemplo, en el caso de violencia doméstica, el padre de familia que se encuentra oprimido por su patrón y en su casa se convierte en opresor de su mujer y sus hijos, que son más débiles que él). Los oprimidos tienen la tarea humanizadora de liberarse a sí mismo y liberar a los opresores.
El oprimido busca su humanización a través del consumo, de más horas de trabajo, el aumento de sueldo. Sin embargo, esta forma no es humanizadora, sino que hace que se vuelva a reproducir a la relación opresor-oprimido.
Los opresores necesitan que continúe la situación de injusticia para que el sistema siga funcionando. Habla de la falsa “generosidad” de los opresores hacia los oprimidos, donde la humanización pasa por lo material. Esta falsa generosidad se observa en las obras caritativas, en los aumentos de sueldo, en dar trabajo a aquellos que lo necesitan. Es una falsa generosidad porque en realidad no importa el individuo, sino que interesa continuar con la opresión. No interesa que el individuo supere su situación. La violencia de los opresores convierte a los oprimidos en hombres a quienes se les prohíbe ser, y la respuesta de éstos a la violencia es el anhelo de búsqueda del derecho a ser. Pero solamente los oprimidos podrán liberar a los opresores a través de su propia liberación. Los oprimidos deben luchar como hombres y no como objetos, para superar las estructuras impuestas por sus opresores. Freire expresa: “La Pedagogía del Oprimido (…) debe ser elaborada con él y no para él, en tanto hombres o pueblos en lucha permanente de recuperación de su humanidad. Pedagogía que haga de la opresión y sus causas el objeto de reflexión de los individuos, de lo que resultará el compromiso necesario para su lucha por la liberación, en la cual esta pedagogía se hará y se rehará.” El oprimido debe elaborar su propia pedagogía, que no será impuesta por el opresor. Mientras que el obrero siga en la dualidad, donde aspira a la clase dominante, no se puede dar la humanización. El oprimido, en un primer momento busca la liberación convirtiéndose en opresor. “Para ellos, el hombre nuevo son ellos mismos, transformándose en opresores de otros. (…) Su adherencia al opresor no les posibilita la conciencia de sí como persona, ni su conciencia como clase oprimida.” Su ideal de ser hombres es el opresor. Al reconocer su dualidad, el oprimido sentirá angustia y vacío en su persona, ya que debe construir un marco distinto al de su opresor. Temen ser autónomos y expulsar de sí mismos la sombra del opresor. El oprimido debe conocerse a través de la crítica. La crítica es una de las facultades del hombre. El individuo, debe liberarse a través de la educación. Es decir, debe entregarse a la praxis liberadora de la educación. A través de la educación liberadora, nace un hombre nuevo, que se ha liberado de la relación opresor-oprimido. Los oprimidos tienen la obligación de liberar a ambos, es decir, a ellos mismos y a sus opresores. Para lograr la liberación primero hay que liberar a los individuos de la sensación de que son incapaces. Esta sensación de incapacidad también es impuesta por el opresor, que lo hace sentirse inferior a él. Hay que concientizarlos de su situación para luego alfabetizarlos. Cuando más descubren la realidad objetiva que deben transformar sobre la cual deben incidir su acción transformadora, más se insertan críticamente. Que el opresor, reconozca su rol, no equivale a solidarizarse con los oprimidos, sino que estas actitudes, que en la práctica se observan en el asistencialismo, no son sino un reesfuerzo de la dependencia, intentando minimizar la culpa con una conducta paternalista. La verdadera solidaridad debería expresarse transformándolos a estos como hombres reales despojados de una situación de injusticia. La pedagogía debe nacer de los propios oprimidos, de su toma de conciencia de su situación y su crítica hacia ella. No puede ser elaborada ni practicada por los opresores. Cuando ya se dé la praxis liberadora, es decir, cuando el individuo supera su situación de oprimido, “esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación”. En esta etapa, se transforma la estructura creada por los opresores y se produce una transformación revolucionaria. En esta transformación es necesario el convencimiento de la necesidad de luchar, y una vez que se da ese convencimiento, es necesaria una total responsabilidad que permita llegar a la libertad. Es necesario, además, un fuerte compromiso. Esta revolución lleva consigo el cambio de conciencia. Luego Freire comienza a hablar del papel del sistema educativo con relación al opresor. Considera la clase dominante crea un prototipo de maestro. El docente se utiliza como intermediario en la formación del niño. El docente se transforma en opresor y el niño en oprimido. Descubre el proceso de dominación que se da a través del Estado. La educación es organizada desde el Estado. Este es quien maneja la educación. La educación tiene un contenido seleccionado que depende de quién lo hizo y el interés que se tiene al realizarlo. Analiza como actúa la educación pública y gratuita que contribuye a la relación oprimido-opresor. En la educación se utiliza la disciplina. Ésta es una forma de ver el mundo, es ordenadora, contenedora, reguladora, forma nuestra personalidad. Es la entrada al mundo de la conciencia El aprendizaje hace que el individuo entre al mundo y se le enseña a pensar de determinada manera. Freire propone la educación problematizadora, que se realiza cuando se coloca al mundo en el centro y se dialoga para transformarlo. La educación ideal es en la cual los educadores y educandos aprenden juntos, cuando se interrelacionan. Los educandos y educadores deben dialogar para aprender uno del otro Sin embargo, esto no ocurre así: en la educación se recibe conocimiento como una donación del sabio al ignorante. El sabio es el educador y el ignorante es el educando. Los educandos forman parte de la cultura del silencio. La negación de la palabra es la negación del derecho de expresión y el nacimiento de la “cultura del silencio”. Freire se encuentra en el Nordeste brasileño, donde esta cultura del silencio, donde reinan la marginación y la analfabetismo. Era necesario recuperar la palabra para adquirir la condición cívica y superar el colonialismo.
Habla de la educación como praxis: donde se une la teoría y la práctica y no sólo se queda en la reflexión. Sin embargo, en la educación bancaria este diálogo no se da, porque se busca la adecuación del individuo al sistema. Se domestica, imponiendo el saber al educando, que permanece pasivo, sin derecho a opinión. El sujeto de la educación es el educador el cual lo único que pretende es que el educando en la memorice mecánicamente los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber. El único margen de acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimiento.
Los educadores no quieren una educación que estimule el pensamiento auténtico de los educandos. El objetivo de los educadores es transformar al hombre en autómata. Consideran que los oprimidos son ineptos y perezosos que necesitan ayuda para ser integrados. Los educandos deben llegar a estar adaptados al mundo para estar cada vez más educados. Un ejemplo es la escuela pública, donde este diálogo no se da. A este sistema no le conviene llegar al fondo del problema y buscar otra manera de encarar a la educación y al sistema. En esta educación, la relación educador-educando tiene carácter narrativo, discursivo. Se habla sobre la realidad como si fuera algo detenido, estático y dividido. El educando debe explicarle al educando que esos contenidos son sólo una fracción de lo que le espera en el mundo exterior. Los educandos son pasivos y lo educadores son activos. Los niños no comprenden ni razonan las palabras de sus maestros, sino que las repiten. Por esta razón, Freire llama a la educación “bancaria” porque los niños reciben la información y como al dinero la guardan y la archivan. Tiene un proceso educativo rígido, autoritario y antididáctico. La ignorancia es absolutizada como consecuencia de la ideología de la opresión, por lo cual es el otro el que siempre es el poseedor de la ignorancia. De este modo, a mayor pasividad, con mayor facilidad los oprimidos se adaptarán al mundo y más lejos estarán de transformar la realidad. De este modo, la educación bancaria es un instrumento de la opresión porque busca transformar la mentalidad de los educandos hacia lo que los opresores pretenden de ellos y no la situación en la que se encuentran. Freire señala sin embargo, que incluso una educación bancaria puede despertar la reacción de los oprimidos, porque, aunque de forma oculta, el conocimiento acumulado en los "depósitos" pone en evidencia las contradicciones. No obstante, un educador humanista revolucionario no debería confiarse de esta posibilidad sino identificarse con los educandos y orientarse a la liberación de ambos. El educador como los educandos, así como los líderes y las masas, se encuentran involucrados en una tarea en la que ambos deberían ser sujetos. No se trata sólo de descubrir y comprender críticamente sino también de recrear el conocimiento. De esta manera, la presencia de los oprimidos en la búsqueda de su liberación deberá entenderse como compromiso. El educador puede causar un enfrentamiento con la realidad y hacer que los educandos quieran liberarse. Para ello, el educador debería unirse a los educandos y juntos liberarse. Pero para eso debe formarse un compañerismo que no existe. Freire también nos dice que los educandos deben ¨ buscar ser ¨, simpatizar con otros y relacionarse. En la educación bancaria, el educador no entiende que sus educandos deben comunicarse. Considera que en este tipo de educación no existe conocimiento ni cultura. Sin embargo, en la educación problematizadora, el educando deja de ser un objeto dócil y pasa a ser un investigador crítico. Como dice Freire: “la educación problematizadora, de carácter auténticamente reflexivo, implica un acto de permanente de desvelamiento de la realidad.” “…busca la emersión de las conciencias, de la que resulta su inserción crítica en la realidad.” “La educación como práctica de libertad (…) implica la negación del hombre aislado, suelto, desligado del mundo, así como la negación del mundo como una realidad ausente de los hombres.” La realidad se presenta en transformación, en proceso. Los educandos desarrollan su poder de captación y comprensión del mundo.” Esta educación, además, permite la creatividad y estimula la reflexión, y parte del carácter histórico y de historicidad de los hombres. Al contrario de la educación bancaria que sólo busca dominar. La educación se rehace constantemente en la praxis. La educación problematizadora refuerza el cambio. Permite a los hombres afrontar su situación como un problema a solucionar. Rompe con la dicotomía educador / educando, pues el que enseña reconoce que puede aprender de aquel al que va a enseñar. Esta concepción humanista se funda en la capacidad de reflexionar de los oprimidos. Una característica fundamental de la educación problematizadora es el diálogo entre el educando y el educador. El educador no sólo trasmite, sino que también permite el diálogo, dándose así, el proceso educativo. Así, se rompe con el concepto de autoridad, ya que no hay alguien que eduque y alguien que aprenda, sino que ambos educan y aprenden al mismo. El educador no se apropiará del conocimiento, sino que el educador y el educando reflexionarán sobre el mismo, construyéndolo, y dejará de ser un conocimiento abstracto para pasar a ser comprendido en vinculación con el mundo


PEDAGOGÍA DE LA AUTONOMÍA

En este libro Freire desarrolla lo que él denomina saberes necesarios para la práctica educativa. Considera que en la práctica educativa se debe buscar la autonomía de los educandos.
Debe existir eticidad, esto significa, que el educador no debe ser falso consigo mismo, debe ser crítico con su obrar y sincero en su práctica educativa. Sincero porque debe dejar en claro su postura frente a un tema, una teoría, un autor, mostrando claramente sus razones y su rechazo o aceptación a lo que se trata. Sin embargo, la ética que predomina en el mundo es la que el autor denomina ética de mercado: se basa en la falsedad, en engañar, en acusar, en golpear al débil, prometer sin cumplir, que discrimina.
Un punto importante de la pedagogía de Freire es que: no hay docencia sin discencia. Llama discencia al conjunto de las actividades y funciones de los educandos (discentes).
También debe existir una relación teoría-práctica, sin la cual la teoría puede convertirse en palabrería y la práctica en activismo.
Uno de los saberes indispensables es que quien se está formando como sujeto de la producción del saber debe convencerse que enseñar no es transferir conocimiento, sino que se deben crear las posibilidades para la producción y construcción del mismo.
Una de las tareas principales de la práctica educativa es el desarrollo de la curiosidad crítica. El educador debe hacer que la curiosidad ingenua del educando se vuelva crítica, volviéndose cada vez más metodológica hasta llegar a convertirse en curiosidad epistemológica. La curiosidad forma parte del fenómeno vital y se encuentra presente en todos los seres humanos. No habría creatividad sin la curiosidad.
La “curiosidad epistemológica” es la que nos permite poseer el conocimiento total del objeto. Esta capacidad se desarrolla cuanto más se ejerza la capacidad de aprender críticamente. Lograr la curiosidad epistemológica lleva a la crítica y al rechazo de la enseñanza “bancaria”. Esto hace que el educando supere el autoritarismo y el error epistemológico del bancarismo. Aún subordinado al bancarismo, el educando mantenga el gusto por la rebeldía, agudizando su curiosidad y capacidad de arriesgarse.
Un punto importante de la práctica educativa es que enseñar exige rigor metodológico, es decir, que los educandos deben acercarse con rigor metodológico a los objetos cognoscibles. El educando debe aprender críticamente el objeto y no sólo repetir conocimientos. Un profesor debe mostrar a los alumnos que somos seres históricos y que por lo tanto, tenemos la capacidad de intervenir en el mundo, conocer el mundo.
Enseñar, además, exige investigación, ya que no hay enseñanza sin investigación e investigación sin enseñanza. Mientras se enseña, se busca, se indaga, se investiga. Investigo para comprobar, comprobando intervengo, interviniendo educo y me educo.
La enseñanza también exige respeto a los saberes de los educandos. Los saberes que poseen los educandos deben ser respetados por el profesor y deben ser relacionados con los contenidos que se enseñan.
Los seres humanos somos seres estéticos y éticos. Educar tiene que ver con este porque educar es formar, y por lo tanto, tiene que ver con la formación de valores estéticos y éticos en los educandos.
Otro punto tiene que ver con la corporificación de las palabras a través del ejemplo. Esto significa que el profesor debe transmitir valores estéticos y éticos a través del ejemplo diario, a través de la práctica y no sólo de lo teórico. El profesor no debe quedarse sólo en el discurso moral y ético, sino que debe ejercerlo en la práctica.
Enseñar exige riesgo, asunción de lo nuevo y rechazo de cualquier forma de discriminación. Lo nuevo no puede ser negado o recibido sólo por ser nuevo, así como tampoco lo viejo se puede rechazar por su antigüedad. Un profesor también debe rechazar cualquier forma de discriminación. No deben existir prejuicios de raza, clase, género.
Considera que el estudiante de formación docente logra pensar correctamente, críticamente en unión al profesor formador, y no con los manuales de intelectuales. El momento fundamental en la formación permanente de los profesores es el de la reflexión crítica sobre la práctica. Es pensando críticamente la práctica de hoy y de ayer como se puede pensar la próxima. El discurso teórico debe casi confundirse con la práctica.
La práctica educativo- crítica debe propiciar las condiciones para que los educandos y profesores puedan asumirse como seres sociales e históricos, como seres pensantes, comunicantes, transformadores, creadores, es decir, asumirse como sujetos. La cuestión de la asunción de la identidad cultural también es un tema muy importante, ya que tiene que ver con la asunción de nosotros como nosotros mismos. Es importante en la práctica educativa los gestos, el saber escuchar. Importa no la repetición automática de los gestos, sino que interesa la comprensión del valor de los sentimientos, de la inseguridad del educando frente a los nuevos desafíos que se le presentan y que deben ser superados por él mismo.
Otro punto importante que señala Freire en su obra es que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción. Para ello, es necesario que el hombre sea conciente de su inacabamiento.
Pensar acertadamente es difícil porque somos seres inacabados, cometemos errores. En la práctica docente, hay que evitar no cometer simplismos, facilidades que lleven a pensar incorrectamente. El hombre debe ser consciente de su inacabamiento histórico. La inconclusión forma parte de la naturaleza del fenómeno vital.
El hombre debe aceptar este condicionamiento. La diferencia en el ser condicionado y el ser determinado, es que el ser condicionado es consciente de su inacabamiento y busca superarlo. La concientización es natural al ser que, inacabado, se sabe inacabado. La conciencia del inacabamiento nos hizo seres responsables. Es en la inconclusión del ser, que se sabe como tal, donde se funda la educación como un proceso permanente. Los seres humanos se hicieron educables en la medida en que se reconocieron como seres inacabados.
Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando. El profesor no debe menospreciar al educando ni ahogar su libertad, pero tampoco puede esquivar su deber de enseñar y darle excesiva libertad. Se transgrede los principios éticos. Este quiebre de los principios éticos significa como ruptura de la decencia. Se debe respetar la autonomía e identidad del educando. Debe existir un equilibrio entre la autoridad y la libertad.
Debe existir una vigilancia constante del buen juicio en el educador. El buen juicio es el que permite ejercer la autoridad del profesor en la clase: tomando decisiones, orientando actividades, estableciendo tareas, entre otras. Es la autoridad cumpliendo con su deber. Mientras más se utiliza la manera metódica, más crítico se puede hacer el buen juicio. El buen juicio permite que se respete la dignidad del educando, su autonomía, su identidad.
El educador también debe luchar por sus derechos y de su dignidad. Esta lucha tiene que ver la práctica de la ética y es un momento muy importante en la práctica docente. Este punto se relaciona con la lucha política que el docente debe realizar.
También debe existir humildad y tolerancia para con los educandos.
Es necesario que el educador y el educando aprehendan la sustantividad del objeto y no memorizarlo mecánicamente. Debe haber una aprehensión de la realidad.
La esperanza forma parte de la naturaleza humana, por lo tanto, debe existir la esperanza de que profesor y alumnos puedan aprender juntos, enseñar, inquietarse, etc. La alegría también es muy necesaria para la práctica educativa. La desproblematización del futuro por una comprensión mecanicista de la Historia, lleva a la muerte de la esperanza. Existe el derecho de sentir rabia, de tenerla como motivación para la pelea por que como ser histórico hay que vivir la Historia como tiempo de posibilidad. El mañana se ve como un desafío, un problema. La rabia se funda en al rebelión frente a la negación del “ser más”.
Enseñar exige la convicción de que el cambio es posible: Es necesario creerse no sólo objeto de la Historia, sino también como sujeto que está haciendo el mundo y que está haciendo la Historia. La convicción pedagógica sería: cambiar es difícil, pero no imposible.
La curiosidad del educando y del educador no debe ser negada u ocultada. No puede ser negada la curiosidad del otro. El profesor sino siente curiosidad, no aprende ni enseña. Para la construcción o producción del conocimiento del objeto también debe haber curiosidad. Lo que importa es que profesor y alumnos se asuman como epistemológicamente curiosos. El ejercicio de la curiosidad convoca a la imaginación, a la intuición, a las emociones, a la capacidad de conjeturar, de comparar, para que participen en la búsqueda del perfil del objeto.
Otro punto importante es que enseñar es una especificidad humana. Cuando la autoridad se encuentra segura de sí misma, no debe hacer un discurso sobre sí misma. Ella está segura de sí porque tiene autoridad, porque la ejerce con sabiduría.
Ninguna autoridad docente se ejerce sin competencia profesional. La incompetencia profesional descalifica la autoridad del maestro. Otra característica de la autoridad debe ser la generosidad. No hay nada que minimice más la tarea formadora de la autoridad que la mezquindad con que se comporte. La autoridad docente rígida no supone creatividad en el educando. La generosidad debe respetar la eticidad, la libertad y la curiosidad. Es imposible desligar la enseñanza de los contenidos de la formación ética de los educandos, como tampoco separar práctica de teoría, autoridad de libertad, ignorancia de saber, enseñar de aprender.
El educador debe revelar su manera de ser. No puede escapar de la apreciación de sus alumnos y la manera en que ellos ven al educador tiene gran importancia. Debe existir una aproximación entre lo que soy y lo que muestro y entre lo que digo y lo que hago. El profesor no puede pasar inadvertido a sus alumnos, ya que es una presencia política en sí misma. Debe ser un sujeto de opciones. Debe revelar a los alumnos su capacidad de analizar, de comparar, de evaluar, de decidir, de optar, de romper. Capacidad de hacer justicia, de no faltar a la verdad.
La intervención de la educación va más allá del conocimiento de contenidos. La educación interviene en el mundo. Implica la reproducción de la ideología dominante como su desenmascaramiento. La educación no debería ser una de las dos cosas: ni sólo reproductora ni sólo desenmascaradora de la ideología dominante. La educación no puede ser neutra a estas hipótesis, pero tomar una de las dos hipótesis de forma radical, sería un error que implica visiones defectuosas de la Historia y de la conciencia. El profesor debe tomar una posición, no puede ser neutral. Debe existir coherencia entre lo que el profesor dice, piensa y hace.
Enseñar exige libertad y autoridad, pero se debe tener cuidado en que la libertad no se convierta en libertinaje y la autoridad en autoritarismo. Esto tiene que ver con los límites que se impongan. La relación entre autoridad y libertinaje es tensa, contradictoria y no mecánica. Debe existir el respeto entre una y otra.
Enseñar exige saber escuchar: no es hablando a los otros desde arriba como si fuésemos dueños de la verdad que hay que transmitir a los demás. Hay que aprender a escuchar para aprender a hablar con ellos. Hay que escuchar paciente y críticamente al otro, hablar con él, aunque muchas veces se necesite hablarle a él. En el mundo actual, la desconsideración por la formación integral, y su reducción a adiestramiento fortalece el hablar desde arriba hacia abajo. Escuchar significa la disponibilidad permanente del sujeto que escucha para la apertura al hablar del otro, al gesto del otro, a las diferencias del otro. La verdadera escucha no disminuye en nada mi capacidad de ejercer el derecho de discordar, de oponerme, de asumir mi posición. El buen escuchador dice y habla de su posición con desenvoltura. El profesor debe ser humilde. La falta de humildad es una trasgresión al ser más.
La ideología es indispensable para el educador en su práctica educativa. La ideología hace pensar más allá de los discursos en los que nos encontramos inmersos. La educación es política por sí misma.
Ser testigo de la apertura a los otros, la disponibilidad curiosa hacia la vida, a sus desafíos, son saberes necesarios a la práctica educativa.
Es necesario también querer bien a los educandos y a la práctica educativa. No se debe sentir miedo de expresar la afectividad. La afectividad no está excluida de la cognoscibilidad. Lo que no se puede permitir es que la afectividad interfiera en el cumplimiento del deber ético del profesor en ejercicio de su autoridad. La apertura al querer bien significa disponibilidad a la alegría de vivir.



CONCLUSIÓN

Ø Sobre la visión histórica y pedagógica de Freire:
Visión histórica:
a) La organización evolutiva de la Humanidad (familia, clan , tribu, nación y comunidad internacional) divide a los hombres en oprimidos y opresores.
b) La organización social, trae la deshumanización de los oprimidos y también de los opresores.
c) Los oprimidos pueden realizar la liberación pero ellos también son los que sienten la opresión.
d) Los oprimidos son duales e inauténticos, alojan en sí mismos al opresor y aspiran a convertirse en opresores.
e) La liberación se realiza en la praxis liberadora o acción reflexiva de los oprimidos sobre las estructuras opresoras para transformarlas.

Visión pedagógica:
Es necesaria la concientización de los oprimidos que se desarrolla mediante los siguientes pasos: deben reconocer en sí al opresor, en segundo lugar deben conocer que alojan en sí al opresor, en tercer lugar deben eliminar el miedo a la libertad (liberarse de alineación para iniciar la búsqueda), en cuarto lugar deben iniciar la praxis liberadora solidaria, comprometiéndose colectiva y organizativamente en la transformación de la realidad, finalmente la pedagogía del oprimido se transforma, en el momento en que queda destruida la realidad opresora, en pedagogía del hombre.
La violencia de los opresores es la violencia del odio; la de los oprimidos es violencia de amor o gesto de amor, porque libera a oprimidos y opresores de la opresión activa y pasiva. Desde ese momento los frenos que los oprimidos opongan a los opresores para que éstos no opriman no puede ya calificarse de opresión.

Conclusión Personal:
Antes de comenzar a estudiar y analizar las dos obras de Paulo Freire decidí buscar sobre su vida, que acontecimientos sucedieron para que el terminara escribiendo sobre la situación del oprimido y la educación. De esta forma pude contextualizar su obra.
´´ Pedagogía del Oprimido ´´ me permitió entender la realidad educativa de otro país, lo que Freire proponía como solución, no sólo para aplicarse en ese contexto, sino también expandirlo a otros lugares. En su obra se nota el compromiso de Freire por la liberación del oprimido frente al opresor, la realidad contradictoria la cual le tocó vivir.
En ´´ Pedagogía de la Autonomía ´´, me encontré un acercamiento mayor a la práctica que realizo en el liceo, ya que enumera consejos o reglas que me sirven a la hora de dar clases.
En esa obra forma la imagen de un docente que muchos tendrían que tener en cuenta, a lo largo de sus carreras como profesores.
Freire me mostró una realidad que no conocía hasta el momento donde se puede ser crítico para reflexionar el lugar que cada uno debe ocupar tanto en la sociedad como en la educación.


BIBLOGRAFÍA

Ø Freire, Paulo “Pedagogía de la Autonomía”, Primeras palabras, capítulos I, II y III. Ed. Siglo Veintiuno, México, 1998

Ø Freire, Paulo “Pedagogía del Oprimido”, Prólogo, capítulo I y II, Tierra Nueva, 1969, capítulos I, II y III.

Ø Grandes Pensadores;“Historia del Pensamiento Pedagógico Occidental”. Buenos Aires. Editorial Papers. 2005.

Ø Información obtenida de Internet: www.ifoamerica.org; www.educacion.idoneos.com

Ø Revista “Quehacer educativo”. Julio 1997. Entrevista extraída de Revista “Educación y Cultura Latinoamericana”. Año III- Agosto-Setiembre 1989.

Ø Trilla, J. (coordinador); “ El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI. Editorial: Impriméis. Barcelona, España. 2001.

Realizado por Paola Pastor

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